lunes, 12 de diciembre de 2016

LA DEMOCRACIA AHOGADA POR UN NUDO DE CORBATA

          Creo que uno de los mensajes más claros y directos que he visto últimamente en facebook, y con el que estoy de acuerdo, por supuesto, es el siguiente: “¿Y tú qué haces por la lucha contra el cáncer de mama? No votar a partidos políticos que realizan recortes en sanidad”. Estamos acostumbrados a que habitualmente muchas asociaciones, grupos, etc, realicen campañas de recaudación de fondos que palíen, en parte, la escasa aportación, cuando no el mero desprecio, de los distintos gobiernos, más preocupados en cuadrar las grandes cifras macroeconómicas de los presupuestos que de velar por los derechos fundamentales de los ciudadanos, cargando en la presunta solidaridad de estos últimos la financiación de parte del sistema, en este caso la asistencia e investigación del cáncer, que por ley les está obligado.

            Como si de un “deja vu” se tratara, volvemos a los años oscuros de la dictadura en los cuales, una mal llamada caridad humana, la de los pudientes, mero crédito para convalidar penitencia como si de una bula se tratara, hacia salir a las calles a cientos de niños con la hucha del Domun para hacérselo llegar, como nos decían en el colegio, a los negritos del África, que, pobrecillos, no tenían que comer. Nadie decía nada de la explotación económica a la que estaban siendo sometidos por parte del primer mundo que les impedía vivir con la dignidad a la que tenían derecho, pero que era expoliada al mismo ritmo que sus materias primas. Ahora, ¡qué broma del destino!, ya no se trata de los otros sino de nosotros mismos, expoliados poco a poco de unos derechos que creíamos a salvo de los saqueadores del libremercado, de los usurpadores del capitalismo más salvaje e inhumano y que nos hace salir a la calle para recaudar lo que por derecho nos pertenece.

            Me he puesto a reflexionar sobre todo esto al hilo de la historia que me cuentan sobre lo ocurrido en un centro de salud la semana pasada al que acudió un familiar: colas interminables en las consultas, mermadas estas por el disfrute del puente por parte del personal sanitario. Una médica para la mayor parte de los pacientes, los propios y los del resto de facultativos y una enfermera atendiendo su parte profesional y a los pacientes que iban a su médico y se encontraban con el vacio asistencial. Carreras de despacho en despacho y, como se deduce, mala asistencia sanitaria. Y el hecho es que los profesionales no tienen la culpa de esta situación, ellos también tienen derecho a sus vacaciones, sino la jerarquía política sanitaria que no cubre esas sustituciones por mor de unos ajustes económicos falsos vendidos a la población general como un caramelo envenenado. ¡Un caramelo qué se han tragado con la naturalidad que da el servilismo electoral y la ignorancia democrática!

            La ciudadanía, en lugar de protestar por la usurpación de un derecho, en este caso el de una asistencia sanitaria adecuada, rezonga y refunfuña ante unos profesionales los cuales bastante hacen con tapar huecos y llegar a duras penas al final de una jornada laboral extenuante y marcada por la sensación de si, realmente, lo hecho sirve para algo al hilo de los bufidos y gruñidos de unos pacientes con el punto de mira de sus protestas equivocado, con una falta patente de valentía para exigir ante los poderes políticos la restauración de los servicios sanitarios, en este caso, en su totalidad, sin que unos ajustes faltos de toda ética política, simplemente otra estafa electoral, sirvan para cercenar uno de los principios básicos de un estado de derecho. Ni siquiera lo exigen cada cuatro años y votan a los mismos que provocaron este caos en los servicios básicos, despojando al voto de su carácter soberano, rebajándolo de su valor de exigencia ante los políticos y revistiéndolo de las motivaciones más folclóricas y rocambolescas, en sus versiones más añejas y rancias, para perpetuar en el poder a los mismos que incumplen sus compromisos políticos. ¡A ver para cuando un informe PISA sobre comprensión electoral!

            Sobre esto último, algo oído a una señora entrada en años: “nunca podría votar a Francisco Guarido (alcalde de Zamora de IU) porque siempre va en camisa y esas no son formas de vestir siendo alcalde”. Parece ser que a esta señora le ponen más los políticos de traje, corbata y gomina a raudales. Desconocemos si esa exigencia en la vestimenta la traslada a la capacidad personal y política del trajeado de turno para desempeñar su puesto de forma correcta o, simplemente, se la suda. Yo me inclino por esto último ya que, sabiendo como sé que vota al PP, no ha tenido ningún inconveniente en seguirles prestando su voto a pesar de que un alcalde trajeado de los que le gustan dejó un pufo de 6 millones de euros al Ayuntamiento a causa de un nuevo edificio administrativo cuyo contrato tuvo que declararlo lesivo para las arcas municipales la siguiente corporación, también de su mismo partido.

            ¡Pero lo importante es el vestido! Así nos va.

viernes, 2 de diciembre de 2016

EL ARCO IRIS QUE NACIÓ DE UN FILETE DE TERNERA

         Gran Hermano, Gran Hermano Vip, La Granja de los Famosos, Granjero busca Esposa, Operación Triunfo, Master Chef, etc…, este país no anda escaso de realitys shows. Este tipo de televisión que, por lo que se ve, da bastantes réditos publicitarios a los dueños de las cadenas, ha venido a sustituir de forma tecnológica a esos corros vecinales de cotorras y cotorros que se aposentaban en los aledaños de los portales comunitarios, ubicados convenientemente para ver como la vida de la barriada pasaba ante ellos y dispuestos, con todo lujo de detalles, a realizarle un traje a medida al vecino o vecina que no siguiera los cánones de vecindad, urbanismo y compostura establecidos en su normativa interna, creada ad hoc, y que, para ellos, era la correcta y adecuada.

Nada ni nadie se movía en ese territorio de caza, el hábitat del “chismosus merodeador”, que ellos no supieran, a veces, incluso antes que los propios interesados. Nada escapaba al escrutinio visual y verbal de unos cotillas que intentaban completar sus pequeñas vidas miserables, en las que nunca pasaba nada, con la acidez vomitada en las vidas de los demás, entrometiéndose con alevosía y nocturnidad y llegando a difamar para conseguir sus objetivos. ¡Qué tiempos aquellos tan absurdos en los que las mirillas inquisitoriales y las persianas puritanas, a veces, con miradas asesinas detrás de las puertas, hacían que tus padres supieran la hora intempestiva de tu llegada a casa tras la fiesta, antes de que te hubieras levantado por la mañana!

            Pues Pesadilla en la Cocina, versión patria de la edición norteamericana sobre recuperación de restaurantes en crisis, no es distinta, no es un programa de ayuda laboral cofinanciado por el INEM, no es un ONG de ayuda hostelera, es un reality más que cumple con todos los cánones atribuidos a este tipo de espacio televisivo. Por eso me resulta extraño que algunos participantes en él, como la dueña del restaurante Zamora, se extrañen y pongan el grito en el cielo ante la edición televisiva del mismo, la cual fue puesta en antena hace una semana. ¿Participó la dueña en un programa que nunca vio como se desarrollaba en ediciones anteriores? ¿Se embarcó en él sin saber qué tipo de exigencias debía cumplir para que recibiera los supuestos réditos, tanto formales como monetarios? ¿Vive la dueña en Babia? Bueno, esto no puede ser verdad, en la zona de Babia se come muy bien, cosa que en su restaurante parece ser que es imposible.          

            Dice Paloma, mi pareja, que este tipo de programas son vejatorios y agresivos para sus protagonistas, que se les humilla, que se les trata de forma despectiva e insultante la mayoría de las veces. Esto es cierto, pero, para mí es más peligroso, sobre todo para la salud mental ciudadana, el que haya una gran parte de la población que disfruta de este concepto televisivo, lo cual no deja en buen lugar al espectador medio y manifiesta su baja exigencia ante los productos audiovisuales que se le sirven, productos que retroalimentan esa mínima exigencia entrando en un bucle interminable. Los ejecutivos televisivos lo saben y se frotan las manos ante este low coast televisivo de saldo.

            Por tanto, resulta curioso, cuando menos, que la dueña del restaurante Zamora exteriorice su descontento con el resultado del programa, señalando a su vez que dicho espacio ha sido editado de forma torticera y perjudicial para sus intereses. Por sus declaraciones se intuye que la interesada pretendía, inocente, que el programa se realizara en su habitual formato pero con las condiciones establecidas por ella, no sé si esperando inaugurar una nueva época en este tipo de espectáculos o reírse de los productores del mismo, los cuales no llamaron a su restaurante, sino que fueron llamados por ella ante la incertidumbre y el poco futuro empresarial de un local citado, por su culpa, no lo olvidemos, al cierre patronal más pronto que tarde. En un símil futbolístico, sería como si un jugador llama a un entrenador para que le fiche pero le impone como condición que el decidirá cuando entrena y juega. Puro vodevil.

            Pero cuando un programa de este tipo se realiza en tu ciudad, se pierde la lejanía que se da cuando el restaurante a intervenir es desconocido y, por tanto, en este caso son públicos bastantes entresijos del porqué de su situación, y más en una ciudad tan pequeña como esta, donde nos conocemos casi todos. Y resumiendo, los entresijos son los que salen en el programa, más allá de vejaciones y humillaciones varias que se pudieran concretar en un programa de esta índole. Un restaurante moribundo que apenas se mantiene de los turistas veraniegos que se sientan en su terraza atraídos por un menú barato que luego pagan, vaya si pagan, con el sudor de su frente y su dolor de estómago, ¡qué cara habrán puesto los que hayan comido allí y hayan visto la cocina!, y una dueña convertida en la nueva Viriata del solar zamorano empeñada en que los equivocados son los otros y sin llegar a entender, en su arrogancia, como su “aterciopelado” carácter y fina compostura profesional no calan en sus esporádicos clientes.

            Aunque su propia soberbia le lleve a intentar crear un frente contra el programa, ayudada por la dueña vidente de otro local en sus mismas circunstancias a la que no le gustó que el presentador se cachondeara de sus autoconcedidas dotes adivinatorias, incluyendo una reseña en La Vanguardia Digital, ¡cómo está el periodismo!, lo cierto es que el único arco iris que lucía en dicho local era el irisado sospechoso de sus filetes.

jueves, 24 de noviembre de 2016

LAS LÁGRIMAS DE COCODRILO SON AZULES

            Que yo sepa a nadie se le pone una pistola en la sien para obligarle a ejercer la política en cualquier de sus manifestaciones administrativas o a ocupar un alto cargo. Aunque haya multitud de razones por las cuales una persona cualquiera entre en la vorágine política o pública, podríamos resumirlas en tres: quienes entienden la política como servicio al resto de ciudadanos, quienes ven en ella la oportunidad de medrar y conseguir lo que por sus por sus propios méritos serian incapaces, por ineptos, y quienes, ya en lo alto de la estructura social y económica, ven en lo público la coyuntura propicia para consolidar sus privilegios cuando no para incrementarlos. Pero, repito, nadie está obligado y a nadie se le obliga, es una decisión propia.

            Partiendo de esta premisa, su exposición, la de los políticos, a los medios y a la opinión general crea una fiscalización de sus actos que va incardinada con su cargo. Sería inconcebible en una democracia pensar que la actividad de los cargos públicos en general estuviera dispensada de la crítica, de la opinión o del veredicto del resto de los ciudadanos, a los cuales, por otra parte, se les sustrae la mayoría de las veces la totalidad de la información a la que tienen derecho o se les suministra de forma sesgada o parcial. Por tanto, y así de claro, si algún político o cargo público no soporta la presión social o de los medios debería abandonar ese espacio, pero, de lo contrario, debe asumir las consecuencias de su notoriedad, aunque en algunos casos sean injustas.

            La muerte de la senadora del PP, Rita Barberá, ha puesto de manifiesto toda la hipocresía y el cinismo de una casta política, aún más entre sus propios compañeros de partido, que, en estas circunstancias, esputa hacia los otros parte de la culpa de su muerte. Compañeros de partido que, curiosamente, ya que hablan de humanidad y respeto, fueron marginándola públicamente con la misma velocidad con la que los jueces iban imputándola en múltiples tramas de corrupción en la Comunidad Valenciana, algunas de las cuales enlazaban con la financiación ilegal del PP, o sea, que les podía salpicar. Es este un fariseísmo de cloaca que ya se está convirtiendo en marca de la casa del PP, un partido podrido en su estructura que intenta desviar la atención de lo judicial y centrarla en la parte privada de la persona, invocando para ello el olvido, lo pasado, pasado está o agua que pasa no mueve molino. Parece que la muerte nos hace menos malos.

            Desviar la atención, con la ayuda de los mamporreros afines, poniendo en la diana pública la negativa de UP al homenaje público de la señora Barberá en el Congreso, cargando las tintas sobre la ausencia de los integrantes de esa formación política de sus escaños. La memoria es frágil entre las huestes del PP cuando les conviene, como en este caso, usado de cara a la opinión pública para demostrar al beaterio campante su fariseo remordimiento, cuando, hace unos años, con la muerte del diputado Labordeta, la mesa del Congreso se negó a lo mismo que ellos han impuesto, con la excusa de que nunca se había hecho. O todos o ninguno, pero parece ser que hasta en la muerte de un político para el PP, PSOE, C’s, etc, existen clases.

            Esta hipocresía de tanatorio ha llevado a la señora Villalobos, diputada del mismo partido que la finada y aburrida jugadora del Candy Crush en horas de trabajo que todos pagamos, ha declarar: “la habéis condenado a muerte” dirigiéndose a los medios y a las redes sociales. Une, torticeramente, la presión mediática por las constantes imputaciones judiciales de la señora Barberá con su escenario estrictamente privado, como si el ejercicio de la actividad política llevara aparejada una Secon Life política con un avatar al que cargar las posibles culpas y su crítica, sin que, en ningún caso pudiera extrapolarse aquel hecho al ámbito privado. Señora Villalobos, eso, por si no lo sabe, es imposible, y se paga con la vida privada el hecho de haber aceptado poner parte de ella en el espacio público.

            Señora Villalobos, presión es esto: los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), arrojan que un 11% de los núcleos familiares, compuestos por más de cinco millones de personas, son incapaces de calentarse en los meses más fríos, y un 9,4% tiene retrasos en los pagos de facturas. Además la Cruz Roja atendió el pasado año 16.887 hogares para ayudarles en el pago de casi 30.000 facturas de luz, gas y agua a los que esta organización destinó 4,3 millones de euros y, según la ACA, esto podría estar detrás de las más de 7.200 muertes prematuras al año, muchas más que las provocadas por accidentes de tráfico (Fuente: EFE).

            En fin, y para terminar, y sin querer hacer similitudes más allá del propio argumento, pertenecer a La Familia es lo que trae. Don Vito era un varón temeroso de Dios y católico practicante relacionado con las altas esferas eclesiales, pero no nos detenemos en lo gran persona que pudiera ser en su vida privada sino en su más que reprobable e imputable, por decirlo de alguna forma, vida pública.

          Más allá de su relación personal con la señora Barberá, lo que respeto, no manipule las causas de su muerte, se le nota demasiado y sus lágrimas de cocodrilo se tiñen de azul. 

lunes, 7 de noviembre de 2016

EL ALCALDE CARBAJALINO Y LAS FLECHAS DEL AMOR

              Ya he apuntado en alguna que otra ocasión que la tan cacareada Transición española no fue más que una gran alfombra en la cual se escondieron las vergüenzas del pasado más inmediato, la dictadura franquista, sin que ninguno de aquellos de los que participaron en ella, la iniciaron, la desarrollaron, la mantuvieron, la utilizaron: abuelos, padres, hijos, nietos, fueran juzgados y pagaran por ello. Al contrario, los políticos y las clases dirigentes económicas fascistas, se dieron, gracias a la Transición, una patina de democracia que les sirvió, con la anuencia del resto de partidos surgidos de la clandestinidad, para proseguir su camino, ahora en democracia, sin rebajar ni un ápice su estatus y su poder.

            Aquel vodevil barato, sirvió, además, para que las ¿ideas? autoritarias y fascistas pervivieran en muchos estratos sociales a la vista de que en ningún momento se hizo ademán de prohibir o castigar la publicidad o el enaltecimiento de un régimen fascista, al contrario de lo que pasó y pasa con la banda terrorista ETA. Esta desviación de la legalidad llega hasta nuestros días sin que cuarenta años de democracia hayan servido para corregir aquel error, asistiendo de continuo a esperpentos como la celebración, casi en penumbra, pero siempre conocida, de la celebración de la muerte del dictador y demás absurdos como ese restaurador gastronómico cuyo restaurante se ha convertido en un altar del franquismo rancio, ¿puede haber otro?, a la vista de cualquier ciudadano, con la adhesión de muchos retrasados mentales y el consentimiento de quienes deberían hacer cumplir la ley y, sin embargo, hacen mutis por el foro en cuanto este tipo de casos salen a la luz.

            Pues bien, en esta provincia, aldea irredenta que no ha entendido todavía que nada ni nadie la quiere conquistar ya, aburridos como están ante la pócima de vetusta soledad y añejo elixir de valores decimonónicos en la que sobrevive, existe un pueblo vespertino, Carbajales de Alba, cuyos dirigentes políticos han encarnado de forma singular todo lo dicho hasta ahora. El alcalde, perteneciente a la formación política de Ciudadanos, se ha negado a quitar los símbolos franquistas del yugo y las flechas de un edificio de la localidad con la excusa de “antes hay que estudiar si es un símbolo de represión”. ¿Ignorancia personal o mofa? En cualquier caso, un atentado a la Ley de Memoria Histórica, ley que parece desconocer dicho sujeto o que, más factible, se la trae al pairo. Votaron a favor dos ediles del mismo partido y un concejal, ¡cómo no!, del Partido Popular, el cual, además, amenazó con traer de su casa dos retratos de Franco y Primo de Rivera para colocarlos en su despacho de Teniente de Alcalde. ¿No es esto apología del fascismo? ¿No deberían actuar de oficio los jueces, tan diligentes otras veces (caso de los titiriteros) para que se respete la legalidad? ¿O es que hay grados y privilegios según sean las apologías terroristas?

            En Alemania, país con un pasado todavía más terrorífico que el nuestro, existe una ley que prohíbe la exhibición de símbolos nazis y castiga con penas de hasta tres años de cárcel la negación del holocausto y la apología fascista, pero en España parece ser que existe barra libre para este tipo de actos. La Ley de la Memoria Histórica, que pretende reparar en parte tal laguna, se incumple de forma reiterada por parte de quienes están obligados a hacerla cumplir y, como en el caso del alcalde de Carbajales de Alba, se obvia de forma torticera. Parece ser que, en este país, a algunos sujetos, y partidos, y colectivos sociales, y élites económicas, les toca más de cerca de lo que se supusiera, en un principio, al promulgarla. Y no me estoy refiriendo a los familiares de los muertos…

            Señor alcalde de Carbajales de Alba, no me sirve el razonamiento de que los vecinos de su pueblo tienen problemas de los que ocuparse más importantes que este, esa razón está intoxicada por una lógica generalista de la que se han apropiado quienes han deseado siempre que no se removiera el pasado, una razón utilizada comúnmente como ardid para desviar la atención de lo inmediato y que, casi siempre, deja en el olvido lo que sucede realmente.

martes, 1 de noviembre de 2016

SIN PRELAVADO, A MANO Y PLANCHAR A 180º

Inexplicable PSOE:

            Pues resulta que sí, que habéis normalizado España. Teniendo en cuenta que en el resto del mundo estamos clasificados como un país demasiado corrupto, y que el Partido Popular, en el poder durante los últimos cinco años, ha llevado la corrupción hasta cotas nunca vistas hasta ahora, pues sí, en realidad habéis normalizado la corrupción como forma de gobierno al facilitar la investidura del señor Rajoy convirtiéndoos, de paso, en cómplices necesarios para tal fraude electoral y convirtiéndonos a nosotros, los ciudadanos de a pie, en víctimas y sujetos pasivos de esta maniobra tan falta de ética como de actuación democrática.

            Y yo pregunto: ¿cómo se siente uno pasando de luchar, ¡cuidado, como partido en general!, contra la dictadura franquista a dar golpes de estado en el mismo para instalar el autoritarismo interesado, justificado con la falacia de la democracia interna? Resulta curioso cómo, invocando a la tan manida representatividad, habéis actuado de espaldas a vuestros militantes y votantes, como si esa representatividad fuera un cheque en blanco con el cual poder luego hacer lo que a uno, políticamente, le dé la gana. La representatividad solamente tiene valor cuando se ejecuta en función del mandato del representado y en función de la orientación con la que lo ha delegado, pero nunca en su contra, ya que, en este último caso, sería traicionar la confianza puesta en el cargo público por el representado. Vosotros os lo habéis pasado por el forro de vuestra caradura y, de espaldas a la opinión de la base de vuestro partido, actuáis de forma inequívocamente mafiosa como resultado del lobby en el que se ha convertido vuestra estructura interna.

            Una Nomenclatura instalada en las cloacas del Estado, en el poder de vivir en el poder. Resulta chocante, cuanto menos, haber oído a la Gesta…, perdón, Gestora, invocar el mandato de la misma sobre la abstención en la sesión de investidura y apelar a la disciplina de grupo como procedimiento, componentes de la misma que no siguieron las mismas pautas cuando el Secretario del partido señaló la posición de votar no. En este último caso hicisteis caso omiso y disteis un golpe de partido para, parece ser que con la anuencia u orden de los poderes fácticos económicos, cambiar el sentido del voto. Siervos políticos por unas migajas, aunque supongo que sabréis que Roma no paga a traidores, ni la militancia y vuestros simpatizantes olvidan. Simplemente sois herederos de la podedumbre sociolista de los años noventa apostada en los grupos de presión mediáticos con el fin de atar los cabos sueltos del verdadero socialismo.

            Cuestión esta de la heredad que me produce sonrojo. Cuando se apela a la misma en el Congreso en pos de ¿dignificar? la posición tomada, en respuesta al discurso del portavoz de ERC, se os olvida que si el PSOE tiene sangre derramada en su lucha por la libertad, esa sangre la derramaron los que sufrieron la dictadura, el exilio, las represalias cotidianas durante cuarenta años…, pero que quedaron en el camino y en el olvido, en definitiva, en la cuneta política del Congreso de Suresnes, primer golpe de partido en el socialismo moderno. Vosotros no sois herederos de nada, si acaso, como ya he dicho, de la mentira felipista noventera, la cual aplaudís hasta con las orejas como borregos a la vista del prado verde. En cualquier caso, le lanzo una pregunta al portavoz socialista: ¿si vosotros creéis ser los herederos de ese socialismo de verdad, no son los actuales dirigentes del PP los herederos de una dictadura que golpeó España durante cuarenta años? Recordad que el PP lo fundó un ministro de Franco. Otra pregunta: ¿en ese caso, con vuestra abstención, no habréis consumado el hecho de colocar en el poder a los herederos de quienes hicieron derramar la sangre socialista de la que tanto presumís? Responderlas si podéis.

            Con vuestro acto de deslealtad a la izquierda solamente habéis conseguido normalizar, no el Estado, sino la más abyecta corrupción, votando la investidura de un partido político, el PP, trufado hasta la médula de corruptos, como así se encargan de hacérnoslo ver los jueces de este país, un día sí y otro también, con sus imputaciones masivas de dirigentes populares. Habéis dado certificado de legalidad a una forma de entender la política más propia de repúblicas bananeras que no de estados consolidados, convirtiendo la democracia española en una democracia barata, de saldo, desprovista de todos los atributos que definen dicha forma de gobierno, la que, en definitiva, puede encontrar cualquier régimen corrupto y autoritario en el mercadillo político con el objetivo de presentarse en el foro público con patina de autenticidad democrática.

            No se puede entender esta postura de traición al propio ideario político en función de una estabilidad que resultará efímera a poco que, yo lo dudo, ejerzáis vuestra labor de oposición como primer partido de la misma, salvo que también traicionéis este aspecto político y sigáis votando alineados con el PP. Porque, en cualquier otro caso, lo que se espera de vosotros en que votéis en contra de cualquier otro ajuste económico con cargo a los ciudadanos, en contra de cualquier otra maniobra de vaciado de la educación pública, en contra la privatización de la sanidad pública, en contra de cualquier otra maniobra de expolio de las pensiones y su privatización… En estos casos no habrá estabilidad ninguna al no salir adelante las propuestas de gobierno y enquistarse la actividad parlamentaria, lo que significaría el adelanto de la elecciones, ¡Ay, la bicha! Tendréis que elegir: estabilidad tramposa o adelanto electoral.    

            En fin, solamente os puedo reconocer un logro: definitivamente le habéis puesto cara al Judas de la mitología católica, cosa que os agradecerán las huestes eclesiales, y, por supuesto, todos los imagineros del orbe.

jueves, 20 de octubre de 2016

HA QUEDADO USTED PLASMA-DO (EPISTOLARIO)

Señor Rajoy, Presidente del gobierno en funciones:

            Leo en las noticias que, por fin, han reconocido ante Bruselas que la llamada “hucha de las pensiones” está bajo mínimos y que solamente le queda un año, como máximo, para cumplir su cometido. Eso, y usted bien lo sabe, ya lo conocíamos los ciudadanos de este país, menos, claro está, los que le siguen votando prietas las filas sin enterarse de nada, y por ello no nos coge de sorpresa sino que nos produce verdadera vergüenza el haber sido tan contemplativos con unos políticos, los de su ralea, capaces de saquear el dinero del bien común para beneficiar de nuevo a los poderes económicos, verdaderos amos del entramado mafioso en el que se mueven usted y su gobierno, de los cuales no son más que mamporreros bien pagados.

            Porque el vaciado de la tal llamada hucha no es más que la descapitalización pura y dura de lo público en su vertiente, esta vez, social. Es el traspaso de funciones y presupuestos hacia el sector privado, aves de rapiña de su propio beneficio, ya que, no me lo va a negar, esa es la meta que se propusieron cuando comenzaron con el desvalijado del fondo de pensiones: desplumar la bolsa, proclamar a continuación su inviabilidad y privatizar el servicio como solución. Un autentico manual de liberalismo salvaje y antisocial que ustedes han ejecutado a la perfección. Debo reconocer que la situación estaba “a huevo”, con un rescate que devolver y unas cuentas presupuestarias que cuadrar por mandato europeo, era la solución era fácil y cómoda: saco el dinero destinado a las jubilaciones, capeo el temporal y quedo bien ante mis colegas europeos y luego ya veremos cómo salimos de ésta. ¡Truhán, que eres un truhan!

            Para ello, bien es verdad, contaste de antemano con el borreguismo que reina, en cuestión electoral, en este país, votantes alejados de sus propios actos como electores que todavía creen, casi todos son católicos, que el hecho de introducir una papeleta de un partido político en concreto en la urna es solamente un acto de celebración de la democracia y que, en realidad, no va a traer consecuencias más allá del mero trámite. ¡Así está la cultura democrática en este país de ignorantes electorales! Pero usted bien sabe de lo que hablo y bien que lo ha utilizado. Esgrimiendo la demagogia y el miedo ante lo nuevo, el espectro electoral español todavía está veteado de conservadurismo en distintos grados, reminiscencias de otro tiempo, ha conseguido seguir en la brecha a pesar del descalabro social y económico en el que ha sumido al país, en realidad a sus ciudadanos de a pie, que las clases privilegiadas han visto como su estatus iba creciendo inversamente proporcional al número de personas sin recursos.

            Se acuerda de aquella expresión tan añeja que decía: “si gobiernan los rojos te quitarán las pensiones”. ¡Qué tiempos aquellos! Resulta curioso comprobar que, siendo usted tan de derechas, va a ser el que termine con ellas, lo que confirma de nuevo aquella moraleja del cuento del pastor de ovejas, que de tanto engañar a sus vecinos, al final vio que, cuando vino el lobo de verdad, nadie acudió a socorrerle. Así le va a pasar a tanto pensionista puesto al sol. Eso, o que, en realidad, sea usted la izquierda subyacente, subterránea, ahora que la Gran Susana, gurú impostor y golpista del PSOE, se ha dado la vuelta como un calcetín y gobierna en Andalucía con C’s (derecha, derecha) y pretende darle de nuevo la gobernabilidad del país a usted absteniéndose en la votación de investidura. ¡Qué gran bacanal ideológica debió ser el congreso de Suressnes para que el PSOE haya llegado a tamaña descomposición y degradación ética!

            Pero, señor Rajoy, en todo caso ¿qué? ¿Cómo se va a cuadrar este nuevo ajuste? Seguramente volverá a congelar el sueldo a los funcionarios o les dejará sin paga extraordinaria, congelará de nuevo las prestaciones a nuestros pensionistas, subirá el iva y los servicios básicos sociales, etc, dado que en su imaginario particular y político son los grandes causantes del estropicio y no su incapacidad, su ineptitud y su servilismo con el poder económico el que nos ha llevado hasta esta situación. De verdad, señor Rajoy, su estulticia política será estudiada en los siglos venideros en las Universidades Públicas como forma de gobierno tóxica, insana, insalubre y perniciosa para el entramado social de un país que desee ser ético e instalado en el bien público. El armazón de su partido, auténtica estructura gansteril y mafiosa, la cual ha conseguido desestructurar las propias bases sobre las que se asienta el estado e imputado en causa penal, primera vez en la historia de España, y su segunda fila financiera, sentada en el banquillo de los acusados por múltiples delitos contra el erario público, no son más que el auténtico rostro de su quehacer diario, ponzoñoso ritual de cómo joder al más pobre.

            Aunque le parezca dura mi exposición, me la suda, con sus ajustes no puedo permitirme ir al psicólogo para desahogarme, aunque quizás lo mejor sería que fuera usted y eso que me ahorraría y nos ahorraríamos todos los ciudadanos.

            Con total acritud, este que no le vota.

jueves, 13 de octubre de 2016

LA EXCURSIÓN DE HAMBRE

          De nuevo en Granada. Quizás reconciliándome con una ciudad que, en aquel olvidado viaje, me opuso la cara más descarnada de ese centro comercial en que se ha convertido La Alhambra: ratera, pícara, bandolera. Y a fe que lo estaba consiguiendo, animado por la lejanía con la que afronté mi visita y el descubrimiento de la parte barroca, renacentista y moderna de la ciudad, antes ajena, pero atrayente, más lógica en su propuesta al viajero, o turista, como prefiráis, y lejos de las hordas fotoadictivas.

            También pudo influir el hecho de que el paseo arrancó con la soledad, relativa, de unas calles todavía no atestadas de turistas ávidos de esa instantánea que, sin alma, certifique su estancia, carta de pago con la que demostrar antes los amigos o conocidos la legitimidad de su ausencia. Códigos rutinarios y tópicos del viaje actual en el que, sin mucha ilusión aparente, me incluyo, uno no puede del todo extrañarse del hábito predominante. Bien es cierto que este viaje estaba trufado de nuevos matices y con una propuesta más cercana y estimulante: descubrimiento, cultura, teatro…, acompañado de gente tentadora y Paloma, mi pareja, a mi lado. Sosiego y tertulia vital despojada del doméstico habitual y una placentera y quimérica laxitud.

            Siguiendo con el viaje, uno no puede sino extrañarse de la enorme cantidad de teterías, kebabs y colmados de seudoproductos andalusíes desperdigados por el casco antiguo de la urbe, como si su pasado nazarí hubiera solapado cualquier otra época histórica que la ciudad hubiera vivido y hubiera quedado anulada por un enorme pastiche con sabor a incienso. Así que, sentado en una terraza de la orilla izquierda del Darro, en su circunvalación de La Alhambra, asistí, ya atónito, a la enésima foto sobre el puente que lo cruzaba y que nunca terminaban de cruzar los fotocazadores, perdiéndose los rincones más allá del mismo, escondidos, esos rincones que requieren aventura y esfuerzo para degustarlos. Mi segunda cerveza seguía reconciliándome con Granada y me solacé con una actuación de ¿música árabe? ejecutada por un grupo de jóvenes más voluntariosos que efectivos, sobresaliendo la joven aporreadora de castañuelas que, más bien, parecía que había descubierto el instrumento aquella misma mañana, tal era el grado de falta de técnica en su ejecución y falta de criterio musical del que hacía gala. Una pena.

            Pero como ya sabéis, si está por estropearse se estropeará y allí sentado, bien es verdad que un poco aturdido ya de tanta melodía árabe, le diré a Moncho que ponga de nuevo a Génesis en el viaje de vuelta, necesitaré progresivo en vena para recuperarme, y ante otra foto en el puente, esta vez de una despedida de soltera, ¡qué se les pasará por la cabeza a estas chicas para creer que pueden quedar bien en una foto de La Alhambra con penes de plástico en la cabeza!, vino el aquelarre.

En la mesa de al lado de la mía, en donde estaba solazándome en soledad viendo el eterno continuo de turistas hacía el Albaicín, aposentaron sus reales dos turistas, creo que inglesas, de mediana edad y rojas como el tomate, con un curso de risoterapia en sus cuerpos manifestado con grandilocuencia y esperpento hacia el resto de los mortales. Tomaron posesión de la mesa, y, por ende, de la terraza entera, y descubrí al fin la causa de tanta extroversión: las jarras de sangría que solicitaron al camarero denotaban que no eran las primeras, yo creo que había desayunado eso mismo, convirtiéndose aquella situación por momentos en un terremoto galopante, brexit ya, que agotó mi paciencia y mis ganas de seguir disfrutando de aquella mañana tan apetecible unas horas antes. Ya sé que no es culpa de la ciudad pero no quise prolongar más aquel estupor y que se cerrara definitivamente mi nueva relación urbana con Granada.

Volveré. Mi relación no terminará hasta que consiga encontrar y acomodar ese paso justo entre lo verdadero de sí misma y ese decorado “sui generis” en que la convierten por mor del turisteo, cuerpos sin alma, deambulantes sin sentido y carentes de ósmosis que les haga volver a casa diferentes.

            Para eso, vete a Benidorm.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

PRADA EFERVESCENTE

               Aunque han pasado ya unas semanas del asunto que nos ocupa, todavía resuenan en mi cerebro las palabras del concejal del Partido Popular en Zamora, González Prada: “hay que salvar al ayuntamiento de este equipo de gobierno”, gobierno municipal, por otra parte, en mano de la coalición de Izquierda Unida y PSOE. Palabras teñidas de melodrama, de exageración y, porqué no, de grosería hacia el ciudadano zamorano, como si se hubiera apropiado para sí el papel del general Moscardó en la defensa del Alcazar de Toledo, militar franquista participante en el golpe de estado del 36, el cual instauró la dictadura en España, y se propusiera reconquistar la administración municipal a golpe de arengas patrióticas y soflamas baratas.

            Parece importarle muy poco al citado concejal furibundo que el actual equipo de gobierno municipal salió de las urnas en las últimas elecciones municipales y autonómicas y que, por tanto, es el representante electoral de una parte de la ciudadanía que optó por su proyecto y el representante general de los intereses democráticos de todos los ciudadanos. Si como dice este concejal irascible hay que salvar al ayuntamiento del equipo de gobierno, por extensión está expresando su deseo de salvar al ayuntamiento de los ciudadanos que votaron a las opciones políticas que lo forman, como si en su imaginario particular formaran una turba que hubiera asaltado la capilla que, en su fuero interior, todos los dirigentes Populares consideran suya. En definitiva: las instituciones.

            No voy a caer en la presunción de creer que el equipo de gobierno actual lo esté haciendo todo bien, nadie es perfecto, pero si en apenas un año y medio ha sacado adelante los cinco grandes contratos que afectaban al correcto funcionamiento de los servicios básicos de la ciudad, caducados algunos desde hacía diez años sin que los sucesivos equipos municipales del Partido Popular hicieran nada por restablecer la legalidad, ¿vaguería o ineptitud?, de los cuales, curiosamente, formó parte de alguno de ellos el señor González Prada, algo se estará moviendo municipalmente en positivo, aunque ciertos matices sean mejorables, pero creo que los trabajadores subrogados de la O.R.A. y los aparcamientos subterráneos en el nuevo contrato estén más de acuerdo con el equipo de gobierno que con la oposición legalista del citado concejal, aderezada de bastante mamporrero social y empresarial zamorano, por cierto, y más parecida al “no te ajunto” de nuestra niñez que a la profesionalidad que merece el ejercicio político.

            No obstante, puede que el concejal arrebatado, siguiendo la política de empleo del gobierno central, de su mismo partido, desee mejorar las cifras del paro provincial y capitalino desechando la subrogación planteada y sustituyendo a cada trabajador actual de la empresa por dos nuevos empleados, eso sí, cobrando cada uno un cuarenta por ciento del salario del trabajador despedido. Bajan las cifras del paro y gana más dinero el empresario: derecha pura y dura. O puede que esta nueva dimensión mediática sea su postulación para liderar las listas de su partido en las próximas elecciones municipales dada la acumulación de tareas “importantes” de la señora San Damián, cargando contra todo lo que en su día, desfachatez al poder, no supieron hacer sus correligionarios.

            Si bien es injusto extrapolar, lo reconozco, voy a hacer una conjetura paralela: en vista de la situación de inanición y agotamiento de la Fundación Rey Afonso Henriques, ¿no habrá que salvar a la misma de su equipo de gobierno administrativo? O, en este caso, la culpa es del cha, cha, cha.
            En fin, creo que su exabrupto viene como resultado de su intención de hablar bien de los americanos.               

jueves, 25 de agosto de 2016

ESPAÑOLES: PETETE HA MUERTO

Petete está en peligro. Aquella entrañable marioneta de nuestra niñez que se preocupaba con dulzura y paciencia cada tarde en enseñarnos el uso correcto de la lengua española, también hay que decir que una moñez rayana en lo empalagoso, está siendo humillada por los nuevos post-académicos del uso correcto del lenguaje, negociadores del PP y C’s para más señas, que tratan estos días de dar nuevos e intrincados significados a las palabras “corrupto” y “corrupción” con el fin de llegar a un acuerdo que posibilite un pacto de investidura y, de paso, un acomodo de la propia conciencia que les permita presentarse, sobre todo ante sí mismos, como libres de pecado y orgullosos de su quehacer.

Define la RAE la palabra corrupto como: “que se deja o ha dejado sobornar, pervertir o viciar” y en segunda acepción: “dañado, perverso, torcido”. Pues bien, los estilistas políticos de estos dos partidos y, según parece, expertos a tiempo parcial del lenguaje, andan dándole vueltas a la definición de corrupto distinguiendo entre el corrupto profesional, “el que ha metido o mete la mano” y, aquí está la novedad perversa, el corrupto sin querer, “el que ha metido la pata”. Sería algo así como que si no hay voluntariedad de ser corrupto, entonces simplemente se mete la pata, vamos que se arregla fácilmente con un “lo siento mucho, no volverá a suceder”. Esta maliciosa distinción pretende hacer tabla rasa de todo lo sucedido hasta ahora, despachando con absoluta caradura todos los casos de corrupción que salpican de forma ostensible al Partido Popular.

Pero desde el punto de vista del sentido común la única explicación decente es la siguiente: si como parece ser el PP pretende disfrazar de metedura de pata la mayoría de los casos de corrupción que le son dados, lo único que se estaría sustituyendo en una casta de políticos supuestamente corruptos por una clase política inepta e inútil de los mismos, que para el caso que nos ocupa, el gobierno del país, es más de lo mismo y, por tanto, debería estar igualmente en la calle o en la cárcel. Eso si entrar a valorar a esos gurús y expertos que los eligieron desde el aparato del partido para ir en las listas electorales: toda una jerarquía partidista incapaz, torpe, incompetente e ineficaz. ¿Verdad señor Maíllo?

Salvo a sus votantes (del PP), para quienes la corrupción es como una caja de bombones, al resto de los ciudadanos se nos hace difícil imaginar y asimilar a un político, nombrado la mayoría de las veces a dedo y sin currículum, en su cargo público de barrio alto ignorando, ni siquiera imaginando, el hedor a corrupción que pudiera estar desarrollándose a su alrededor. Feliz y contento con su vida llega a su casa montado en su unicornio (coche oficial) sin sospechar tamaña afrenta a su honradez y negando que bajo su mando se produzcan tales hechos. ¡¡¡¡ESO SE LLAMA INUTILIDAD MANIFIESTA Y NO ME LO CREO, COJONES!!!

          En fin, que a este paso el lema de la RAE, “Limpia, fija y da esplendor”, será sustituido por “Ensucia, sustrae y oculta”, ya que a partir de ahora, serán los políticos metedores de pata quienes regulen el significado de las palabras, eso sí, a su gusto y albedrío y los demás, como siempre, seremos tratados, ya lo estamos, como retrasados mentales.

martes, 23 de agosto de 2016

SI DIOS NACIÓ EN UNA URNA TENDRÁ RAZÓN RAJOY

Como si se tratara de la versión privada del director de “Un día en las carreras”, película de los Hermanos Marx para quienes creen que el cine comenzó con Tiburón, nuestro Gila particular de la política española, Mariano “Trotón” Rajoy, a la sazón presidente en funciones de esta España mía, de esta España nuestra (¿qué pasa?, me ha dado por Cecilia), nos ofrece la posibilidad de una carrera más el día 25 de diciembre, día de Navidad. Parece ser que, sin habernos dado cuenta, estamos todos dentro del camarote y el absurdo humor patrio nos succiona como sifón de alcantarilla buscando su desagüe político, todo ello sin menoscabo de la pura y puta realidad a la que nos enfrentamos: la burla constante y, sobre todo, sonante, nuestro dinero nos cuesta cada elección, de un partido político, el PP, y sus dirigentes, para los cuales el futuro del país es como una caja de bombones y, puestos a correr, no paran nunca de joder.

Desde luego podría considerarse una jugada maestra de los tahúres electorales del PP: “facilítame el gobierno del estado ahora que sino mando a mis huestes a votar de nuevo el día en que, llenas de júbilo celestial, acudirán en masa como un solo ejército y, apoyadas por el General D’Hont, arrasaré cual Jinete Apocalíptico. Luego, será otro cantar, ya la Interprofesional Mágica, o sea,  los Tres Reyes Magos de Occidente: Mercados, Bancos y Troika os traerán carbón, polaco, que es más barato, pero eso que me importa si fui yo quien les abrió la puerta en mi primera legislatura”. Sin embargo, ¡qué curioso!, la culpa es del líder del PSOE, Pedro Sánchez, que no le hace presidente al notas.

El mismo día en que se presentó la fecha de investidura y se hicieron los cálculos sobre unas posibles terceras elecciones, los autómatas del PP corrieron a señalar que, llegados a ese caso, elecciones el 25 de diciembre, la culpa la tendría el dirigente socialista. En concreto el señor Albiol retó al señor Sánchez a ver si tenía dos cojones para dejar a los españoles sin Navidad. Está claro que acabada la linde el burro se para pero el tonto sigue: meritocracia interna del PP. Así que podemos asistir a la definitiva pirueta de la democracia española: aglutinar en un solo acto la fe y el voto. ¡Y luego nos cabreamos porque aquí, en Zamora, quisieron meter a la Virgen en la Casa Consistorial! Si es que sois unos aprendices: lo que hay que hacer en meter la urna en la iglesia. ¡¡¡Rajoy presidente y cardenal primado de España ya!!!

Mucho me temo, que con la euforia, si llegamos a diciembre, algún irredento pretenda introducir en la urna el catecismo, que en alguna mesa electoral las urnas estén cerradas con rosarios o que algún votante ultracatólico, antes de votar, rece: “Señor mío de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te doy mi…voto”, aunque algo puede tener de positivo: como Nochebuena es jornada de reflexión el Rey, en su mensaje al pueblo español, solamente nos podrá hablar del tiempo y, es un ejemplo, de cómo las alcachofas hay que introducirlas en agua con limón para que no se ennegrezcan. Teniendo en cuenta que da para poco todo esto el mensaje se hará corto.

        Así que habrá que estar preparado porque puede que este año, si nadie lo remedia, ¿dónde está la izquierda?, nos metan los polvorones por el culo. Avisados estáis, que ir a votar el día de Navidad con El Tamborilero de Raphael en la cabeza, tras la resaca, no puede ser sano. 

martes, 16 de agosto de 2016

UN PASADO QUE NO HA DEJADO DE PASAR

          Nunca terminará definitivamente aquel periodo temporal entre la dictadura y la Democracia que se dio en llamar “La Transición” mientras no se supere el sarpullido ideológico que suscita en ciertos círculos políticos y ámbitos sociales cualquier mención, cualquier acto relacionado con  la Ley de la Memoria Histórica, para algunos, ese Satanás en forma de recuerdo a las víctimas del franquismo. Aquel periodo, elogiado en el mundo y puesto como ejemplo del paso cívico hacía la convivencia pacífica entre dos mundos opuestos y antagónicos, dejó muchos cicatrices sin cerrar, muchos sucesos por aclarar, siendo la rehabilitación y la memoria de los represaliados y muertos por los criminales fascistas, uno de ellos.

            Porque en este aspecto, La Transición, y su famoso consenso, no fue más que una enorme alfombra bajo la cual esconder la vergüenza y la cobardía de unos políticos más ocupados en posicionarse en el nuevo poder “democrático” que en reivindicar el derecho de aquellos que representaban, cada uno desde su posición, la verdadera legalidad usurpada por el golpe militar franquista del 36, obviando, de paso, como aquellos verdugos transmutaban en demócratas de ocasión sin que tuvieran que rendir cuentas por sus atropellos. Un paso en falso, justificado con la patente de corso de la convivencia entre las dos Españas, que dejó en las cunetas las pruebas de que el pasado solamente se supera si es llevado a juicio.

            A diferencia de España, en Alemania, con un pasado más grotesco todavía, existe una Ley que pena con hasta tres años de cárcel a quienes aprueben, nieguen o minimicen, en público o en una reunión, los actos perpetrados durante la dictadura nazi. Mientras tanto, en España seguimos discutiendo sobre la retirada de los símbolos franquistas de las calles, como si sufriéramos de amnesia colectiva y hubiéramos olvidado, a posta, de que aquellos que siguen todavía en los callejeros de este país representan un mundo criminal y genocida, por mucho que ahora, desde la distancia, sus actitudes personales se vayan difuminando. Para no olvidar, para volver a recordar desde la calma, es para lo que existe la Ley de la Memoria Histórica, para resucitar la presencia de quienes fueron asesinados y arrojados de la sociedad por sus ideas, y desmontar del tributo de sus correligionarios a quienes participaron, mucho o poco, me la suda, de aquel régimen asesino. Se quiere recordar y homenajear recuperando su pasado a quienes sufrieron el fascismo, no recuperar el pasado de sus asesinos, aunque en, este país, algunos lo confundan. No sé, sus motivos tendrán.

            En Zamora, con la propuesta municipal de retirar los honores callejeros al político del franquismo Carlos Pinilla, ha surgido la controversia arriba mencionada, como si aquí, que nos conocemos todos, no hubiera ocurrido nada de lo mencionado a nivel general. Por eso, solamente unas matizaciones a la oposición de ciertos sectores políticos y sociales zamoranos:

 1) El hecho de que la mención callejera se hiciera en democracia no quita ninguna legalidad humana a la propuesta de retirada de esos honores viales, sino que entronca con lo manifestado sobre la Transición política en España, que fue leve, ligera y olvidadiza para con los vencidos y, parece ser que en Zamora, ciertamente benévola con los verdugos y sus sucesores.

2) El hecho de que, según le parece a ciertos sectores, manifestara una cierta inclinación por el desarrollo de Zamora y su provincia no deja de ser algo circunstancial, ya que lo hizo perteneciendo a la estructura de un régimen ilegal que usurpó la democracia al pueblo español mediante un golpe de estado y que, por ende, si hubiera continuado el régimen republicano anterior a la guerra civil, otro político, este sí elegido por el pueblo, lo hubiera hecho. Por otra parte, sus dádivas paternalistas recayeron en los adeptos al régimen, lo cual dice poco de su actitud política y personal.

3) A lo manifestado por la Junta Pro Semana Santa de que la implicación del sujeto con su desarrollo y mantenimiento fue muy cercana no me cabe ninguna duda, siquiera por la connotación religiosa y mesiánica de dicho régimen, pero habría que recordarle que la misma iglesia que se benefició a través de la Semana Santa zamorana de las andanzas de ese político recibía bajo palio al delincuente dictador, criminalizaba cualquier comportamiento no regulado por ella y llevaba a la marginalidad social a los que no participaban de su “banquete”, así que por lo visto de caridad no andaba sobrada. ¡No cabe separar lo personal de lo público para salir indemne!

           Mientras existan tributos en forma de placas callejeras, monumentos o cualquier otra forma de loa a antiguos miembros del régimen fascista en este país, la Transición nunca terminará. Como dijo el hispanista Walter Bernecker, no será más que “un pasado que no ha dejado de pasar”. 

lunes, 1 de agosto de 2016

INVOLUCIONANDO AL HOMO: DE SAPIENS A PIKACHU

         Es incontestable que la evolución humana, desde el mítico australopiteco hasta el homo sapiens actual, nos ha llevado a un mundo tecnológicamente avanzado que, sin embargo, esconde el artificio quimérico del mundo reglado por máquinas a nuestro servicio que nos darán el tiempo necesario para un ocio infinito. Observar que no digo “inteligentemente infinito”, lo cual sería el objetivo, sino que, por lo que se va intuyendo, será el ocio de la última evolución de la raza humana: el homo cretino. Mientras que el ebook, que vendría a revolucionar la lectura y su uso al estar al alcance de cualquiera, con lo cual ya no habría excusa para no leer, se debate entre que sí y que no sin desbancar al libro tradicional, aparecen cada vez más juegos que exploran el lado más estúpido del hombre y de la mujer.

Ahora, parece ser, es el juego virtual llamado pokemon go, que por lo visto no es más que la versión moderna de ir a cazar gamusinos aunque sin collejas, por mucho que tanto incauto y descerebrado se las merezca. Claro que mientras cazan seres virtuales no están delinquiendo, como diría el otro, ni, sobre todo, reflexionando sobre política, su papel en la sociedad, etc, que los convertiría a ojos del poder en seres peligrosos para el establishment. Mejor que estén entretenidos en la nada que para cuando quieran reaccionar la nada tendrán, pero gozarán de una granja llena de animalicos con nombres en grafía nipona y aspecto imposible que llenarán sus vidas ocupando el hueco que un día pudieron ocupar sus neuronas.

Dicen los físicos teóricos que el universo se expande infinitamente y que esa expansión traerá el fin del mismo, pero que no pueden establecer todavía unas causas que lo expliquen. Me atrevo a proponerles una: la expansión del universo no es un movimiento expansivo aleatorio, una dilatación arbitraria, sino que es, en realidad, la huida razonada de toda expresión de inteligencia alienígena que se aparta lo más posible de nuestro mundo sin querer establecer contacto alguno no siendo que sean abducidos por el lado tonto de la fuerza terráquea. O que a cualquier retrasado mental le dé por cazarlos como si fueran pokemon provocando un conflicto interplanetario de consecuencias catastróficas.

Otra explicación sería la materia oscura, de la que está formado casi en su totalidad el universo y que interviene de forma ostensible en la expansión del mismo. Como esos productos que venden en las tiendas de bricolaje para reparar juntas y que, una vez introducidos en las mismas, se expanden hasta chocar contra el material constructivo rellenándola de facto, pero teniendo en cuenta que hay que poner la cantidad justa ya que, en caso contrario, empujaría al resto de los materiales desequilibrándolo, pues en este caso, los añejos flashmob, los actuales caza pokemon, el tatuaje al sol, etc, forman la materia oscura y absurda de nuestro universo y hemos echado tanta tontuna a la grieta que el universo huye de nosotros como alma que lleva el diablo.

Estaría bien que la caza del pokemon fuera bidireccional y al mismo tiempo que un desahogado de esos atrapa un bicho, este también atrapara al cazador, descargando a este mundo de tanto tonto profundo. Resulta curioso recordar como antiguamente al que iba hablando solo por la calle, conversando con el infinito, o, simplemente, vivía en su mundo, se le llamaba loco, pero ahora tenemos que aceptar que hordas majaderas jueguen a que su teléfono es un rifle y disparen al aire entre aspavientos de montería urbana y les llamen cuerdos. Incluso que provoquen atascos por su atolondramiento, reyertas por su estolidez y se pongan en peligro por su disparatado deambular. Otro dato: los deportistas olímpicos se quejan de que en villa olímpica no se pueden cazar pokemon. ¡Venga, campeones, a ver si sois capaces de atrapar un libro! ¡Vosotros podéis!

          En fin, que estoy seguro que, por cosas como estas, para los alienígenas inteligentes de esos mundos espaciales el planeta Tierra, y sus erráticos habitantes, no es más que el gran estudio de grabación del Canal Cómico de la Radio y Televisión Interestelar. Resintonice su televisor en la frecuencia adecuada.

jueves, 14 de julio de 2016

EL POSTUREO DUAL QUE MATÓ AL VINO

           Que dentro del hábito social de degustación y deleite de los distintos vinos que nos ofrece el mercado hay mucha majadería es algo que todos los días queda corroborado en las múltiples barras de bar y restaurantes de cualquier ciudad en los cuales los distintos aficionados, con tufo de entendidos, disertan cual enólogos consagrados sobre los caldos a escoger y sus características. Argumentan y exponen, cual conferenciantes, la tipología vinícola que matiza su elección y no otra sin caer en la cuenta de que el verdadero sentido de la libación, el más importante, es el de celebración, el de ceremonia y festividad y, por tanto, independientemente de la clasificación experta y versada del vino elegido, este debe estar en consonancia con la relación calidad-precio y con el gusto personal de cada uno, o sea, ¡te gusta o no te gusta, joder! Todo lo demás es caer en el esnobismo más contradictorio y en la afectación más banal y parecer, en definitiva, unos retrasados mentales del copón.

            Esta burbuja vinatera, que nos ha llevado a todos a ser expertos catadores de nuestra ignorancia, críticos sin título de nuestra inopia, limitados a cacarear como papagayos el análisis organoléptico empresarial expuesto en las contraetiquetas de las botellas que caen en nuestras manos, puede sustentarse en el efecto de ósmosis provocado por los distintos jueces y opinantes del mundo del periodismo escrito, los cuales, en sus columnas, lanzan odas triunfales de los caldos que examinan o de los sumilleres de los distintos restaurantes, a quienes también se les solicita su opinión periodística, que ejecutan un vals bien agarrado con el vino ensalzado que, más bien, parece un magreo verbal con final feliz. Orgasmo vitivinícola en toda regla. ¿De verdad que no hay un puñetero vino malo en el mundo de las distintas D.O.?¿Solamente saborean los buenos a priori, con el consiguiente éxito de la cata, siempre por encima del 85 sobre 100 en moneda Parker?

Tengo un amigo que dejó una Asociación de Sumilleres el día que oyó decir a unos de los presentes en una cata organizada, no sé si en calidad de miembro o invitado, que el vino a paladear tenía un regusto o un aroma a cucaracha pisada. ¡Cómo si el interfecto hubiera probado u olido alguna! Hasta este punto llega la grosería académica de querer epatar a toda costa. Por otra parte, la pasión frutal y floral de algunos críticos de vinos llega a tal paroxismo verbal que uno no sabe si están hablando en realidad de un vino, del Ikebana japonés o de un zumo multifrutas de Juver. Pero todo esto, en realidad, viene por los daños colaterales sufridos al leer una sugerencia de un sumiller, del cual no diré el nombre, en el dominical de un domingo atrás de un periódico de tirada local, aunque el dominical en cuestión tenga tirada nacional. Cosas de los grupos periodísticos.

Frases que lo mismo pueden valer para un vino, una ginebra o un caldo de pollo y verduras fueron vertidas cual soflamas certificadas por los manuales al uso del buen catador: “el saludo a la nariz de este vino es franco y sincero…”, “…se pavonea del maravilloso perfume a fina canela…”, “…ríe a base de higos regados con zumo de piña, y en ese zumo flotan cerezas, dados de melocotón, trocitos de nísperos, más higos y piñas y un sinfín de frutos rojos…”(observad la macedonia verbal que se ha preparado el fulano), “…serio y musculoso, exhala bocanadas de chocolate blanco, con gritos respetuosos de naranja sanguina o aromas de viento al correr entre los pinos…”(¡joder, no sé qué decir!¡Dudo mucho!) Pero lo que me dejo definitivamente tonto fue esta frase: “…se abre incansablemente hasta dibujar muebles antiguos, gotas de resina resbalando por la corteza de un árbol, aperitivos de avellanas o incluso un divertido bol de maíz…” Tanta palabrería egocéntrica para dejar en el aire lo más importante: ¿realmente sabía a vino este enjuague bucal, este Mimosín de las barricas? Parece ser que no queda más remedio que elegir entre la ignorancia snob del entendido de barra o la elocuencia hedonista y concupiscente del crítico o sumiller de turno.

         Tal cantidad de extravagante oralidad desmonta la teoría de que el vino no se traga al catarlo. Juraría que este sumiller se lo bebió todo, todo y todo.         

martes, 5 de julio de 2016

EL CONCEJAL ANTISISTEMA DE TERCIOPELO

           El sectarismo político de medio pelo engendra una pésima combinación con la falta de conocimientos básicos de comportamiento ético y profesional para conducirse por los entresijos de la política local de cualquier ciudad. La corporación municipal debería ser el foro en el cual se dilucidaran los asuntos domésticos locales y las posibles controversias surgidas al albur de los distintos enfoques que sobre los problemas diarios pueden tener los diferentes grupos políticos que la conforman. El hecho de no formar parte del equipo de gobierno, o estar en desacuerdo con él, no significa que se deba abandonar el ejercicio cuerdo de oposición en el ágora comunal y lanzarse, cual irredento mesías, a la revuelta callejera de saldo mental, apoyarla o diseminar sus efectos.

            Pues bien, parece ser que el miembro de la oposición municipal del PP, Víctor López de la Parte, no termina de entender estos conceptos básicos, incluido el hecho de que él mismo y su partido, aún en la oposición, son garantes de la normalidad y de salvaguardar el bien común de todos y que, se le olvida a menudo, todos pagamos con nuestros impuestos. En lugar de actuar conforme a estos parámetros, se convirtió en la jornada del día 28 de junio en el vocero, junto con algún medio periodístico digital afín basado en el pasado carpetovetónico, del descontento ególatra y vanidoso de unos cuantos jóvenes insatisfechos con el gusto festivo general y con la imposibilidad de imponer sus caprichos y su concepción del mundo, ejerciendo de mitinero en las redes sociales al más puro estilo populista y fanático y convirtiéndose en un revolucionario de terciopelo, en un antisistema de blazer y polo de Lacoste.

            En lugar de intentar reconducir la situación hablando con los supuestos caudillos teletubbies de la revuelta o poniéndolo en conocimiento de algún miembro del equipo de gobierno, se inhibió de su condición de concejal intentando extender el resultado de las elecciones generales del domingo anterior al hecho local del resentimiento intolerante de unos pocos que, por supuesto, no representan al colectivo al que dicen pertenecer. El infumable autonombrado presidente de la autonombrada comisión de peñas, órgano creado “ad hoc” por el anterior equipo de gobierno del PP al cual pertenecía el concejal de la Parte, intentó crear una asonada civil y arrabalera partidista en un momento crítico de las fiestas, con las calles repletas de gente, que podría haber tenido más consecuencias de las habidas ante la mezcla de intereses personales inmersos en la protesta: unos, yihadistas de la misma, otros, fiesteros irredentos que se la sudaba en grado superior el motivo de la misma y otros muchos que asistieron a la cencerrada estúpida llamados, hacía ya rato, por el dios Baco, o sea, borrachos. El hashtag creado para la ocasión, #SPsomosnosotros, denota el autoritarismo societario de los integrantes del supuesto movimiento secesionista jaranero, en consonancia, como herederos que son, de aquellos tremendismos del calibre de “la calle es mía” o “el estado soy yo”.

            El resultado de tanto retraso mental acumulado fue el vandalismo propio de estas concentraciones con rotura de mobiliario urbano, tan denostadas por el mundo pepero en otros feudos, con graves insultos al alcalde electo. Cabe señalar, curiosamente, que al día siguiente, día grande de las fiestas, esa misma comisión de peñas de los cojones, programó otra concentración en la Plaza Mayor para duplicar la misma protesta anterior, a la que no acudió nadie ante la negativa a más manipulación por parte de los integrantes de las peñas, hartos del esperpento, con lo cual los supuestos cabecillas quedaron retratados para la posteridad, con marco de cretina púrpura, tanto avejentado mental zamorano de la noche anterior, incluido Don de la Parte.

            Y todo esto por una prohibición normal de no poder introducir los carros de bebida en la plaza ante el gentío que había y de un concierto, el del grupo La Raiz, calificado por los sesudos analistas musicales del PP y de la autoproclamada comisión de peñas de partidista y cercano a las posiciones de izquierda. Precisamente, un grupo de moda entre todo tipo de jóvenes, excepto los maripuris de confesionario, que vinieron de diferentes puntos de la geografía española a presenciarlo, y que ha girado por toda España, incluidos ayuntamientos gobernados por la derecha. Pero, claro, es lo que pasa cuando solamente se escuchan Los Cuarenta Celestiales en Radio María, que te desconectas y crees ver demonios musicales por las esquinas.

            En fin, que lo que ha quedado demostrado con todo este sainete estúpido de tanto tonto involucrado es que el nivel educativo musical del que hacen gala está a la altura del reconstruido himen de su gran gurú sonoro: Leticia Sabater. Pues allá ellos y la virginidad de quita y pon.

jueves, 30 de junio de 2016

¿LA EYACULACIÓN ELECTORAL ES UN BREXIT POSTCOITAL O MASTURBATORIO?

        Parece que el estupor no amaina y la permanente búsqueda de explicaciones que esclarezcan el motivo por el cual se dieron los resultados electorales del domingo sigue generando incertidumbre entre los partidos de izquierda y ciertos titubeos a la hora de encarar un futuro nada halagüeño para el conjunto de la sociedad, incluidos aquellos que han votado, ellos sabrán por qué, al PP. Nos encontramos más o menos como en diciembre, sin que ningún partido pueda formar gobierno sin coaliciones, en algunos casos, contra natura, lo cual induce a pensar que alguien se debe bajar los pantalones de forma contundente para que esto salga adelante y no vayamos a votar dentro de unos meses, cosa bastante peligrosa, ya que si votamos como votamos, sin leer un programa y sin castigar a los corruptos, imaginen nuestra predisposición después de un verano en el cual lo más leído será la carta del chiringuito y con las neuronas bajo mínimos abrasadas por el tórrido sol de nuestra corrompida línea litoral.

            Mi estupor personal, la verdad es que poco ya, este país es así, viene dado porque me cuesta asimilar desde un punto de vista racional, de razón, para quienes no lo entiendan, porqué los ciudadanos siguen votando al PP cuando es el partido político con más casos de corrupción en la historia de la democracia española. Lo de Valencia es incomprensible salvo que siga corriendo la metanfetamina. Ahora sí, ahora coincide el mapa de la corrupción con el triunfo electoral del Partido Popular en casi la totalidad de las mesas electorales. Son como dos hologramas que se superponen y coinciden a la perfección. Como en la película “La invasión de los ladrones de cuerpos”, la maquinaria del PP se ha ido introduciendo en las mentes de los ciudadanos hasta conseguir gobernar su supuesto intelecto, variando su comportamiento y haciéndoles olvidar las agresiones sufridas en la anterior legislatura y convirtiéndoles en muertos vivientes políticos ganados para la causa. De esta forma, todas las medidas adoptadas en contra de los ciudadanos han quedado sancionadas, para los escasos de vocabulario que busquen su significado, por los mismos ciudadanos que las están sufriendo, o al menos, eso creo, aunque agregados los factores, la suma no cuadre. Pueden que se hayan vuelto masoquistas y les guste el porno político duro o simplemente, que son gilipollas. Después de esto último no me sigas si no quieres. Me la suda.

            Algunas veces creo que es una cuestión más de estética que de ética. El sentido de la uniformidad, podrido desde el manual de las buenas costumbres de la dictadura, hace repeler a los conservadores de las buenas costumbres cualquier modo que se aleje de lo estéticamente correcto. Políticos sin uniforme, traje y corbata, que no se corten el pelo o que no se lo corten en forma y gracia de seminaristas salidos, que no utilicen discursos oficiales aprendidos en manuales para aburrir ovejas, son vistos como los supuestos usurpadores de los puestos ocupados desde tiempos inmemoriales por la oficialidad más casposa y con una forma de ver la vida anclada en el Viejo Régimen.

            Tampoco es que la izquierda, exceptúo el PSOE que ya dio hace tiempo síntomas de metástasis conservadora, lo haya hecho de Goya. Instalados algunos dirigentes en el mesianismo político y en el ego trasnochado, fueron vulnerando los principios de solidaridad y respaldo al interés general dando lugar a que muchos votantes dieran la espalda al proyecto regenerador. Aunque cabe preguntar a esos no votantes, ¿no era este el momento de aparcar postureos de socialdemocracia y, si era menester, aliarse con el diablo para desalojar a los corruptos del poder y posteriormente establecer los códigos sobre los que asentar las relaciones entre los partidos coaligados? A veces pienso que algunos viven mejor “en contra”, ya que el opositor les proporciona los argumentos para poder “ser”, a falta de la solidez para ser por “sí mismos”. Otros cuatro años para perorar en los bares, en las redes sociales, proclamando a los cuatro vientos la regresión en las que nos sume el gobierno conservador de turno. Pues a ver ido a votar, cojones.

            La gran paradoja: que la culpa de todo esto no es de los políticos, no nos engañemos, sino de unos votantes para los cuales la experiencia previa de gobierno, el cumplimiento de los programas electorales y la honestidad pública es equiparable a la gran pregunta taumatúrgica de la formación del universo difundido por una conocida marca de compresas: “¿a que huelen las nubes?”. En cuanto a los no votantes, su postura es más parecida a la conquista del jamón en el palo ensebao. Dignidad al principio de la escalada y comicidad final en la caída. Menos orgullo y menos prejuicio, la coalición también se fundamentó en la pérdida de la personalidad histórica del PC. ¡Qué parece que habéis inventado la izquierda!

            Repitiendo historia, nuestros jóvenes se marchan en busca de oportunidades sin que sus padres, a la vista del resultado, se planteen quienes son los culpables, como en los sesenta se iban nuestros padres sin que la sociedad se cuestionara el por qué. Y Europa esperando para ajustar otros diez mil millones de euros. Un brexit a la totalidad de la ética y a la ciencia de la conducta reflexiva y razonada. Si es que sois unos Pepitos Piscinas, joder.