Se denomina voto util a una modalidad de decidir el voto ciudadano en función del eventual resultado de las elecciones. El «voto útil» concede máxima importancia a ganar la elección concentrando el voto, a la vez que busca evitar la dispersión del voto en múltiples alternativas. Requiere un análisis de las posibilidades de cada candidato y de sus probabilidades reales en una elección, y busca consolidar esas tendencias sumando el voto individual a una corriente colectiva perceptible. Habitualmente el «voto útil» tiende a polarizar una elección. (Wikipedia dixit)
En las elecciones del año 2.004, después de 8 años de gobierno de la derecha, podía intuirse una recuperación de la izquierda española, sobre todo del Partido Socialista Obrero Español, aunque sin que se previera una victoria en dichas elecciones. Muchos ciudadanos cansados del retroceso en políticas sociales, protección de los trabajadores y en especial de la imagen casposa que los dirigentes del Partido Popular habían extendido por todo el mundo, haciendo que muchos ciudadanos no se identificaran con su país, estaban sopesando la posibilidad de conceder su voto a la izquierda, aunque no representara totalmente su imaginario político. El llamado voto útil podía acabar con la derecha en el gobierno. Y, para sorpresa de muchos, acabó. Es verdad que influyeron sucesos imprevistos y graves, pero que inclinaron más la balanza por la forma como se gestionó desde la dirección del país. En las elecciones del 2.008 se produjo el mismo efecto y otra vez votos no pertenecientes al PSOE consiguieron que la derecha no volviera antes de tiempo. Votantes del centro del espectro político, pero sobre todo de Izquierda Unida, ofrecieron sin contraprestación alguna al PSOE su voto para desalojar a la derecha del poder, y estos últimos han sido los más perjudicados. Sumieron a su propio partido en la oscuridad política, aunque algo de culpa tienen sus dirigentes, y como estamos viendo están recibiendo a cambio una política económica que deja en la izquierda a los inefables Acebes, Cascos, Rato y compañía.
Según definición del Diccionario Manual de la Lengua Española , traicionar es: “no ser fiel una persona y no ser firme en los afectos o ideas o faltar a la palabra dada”. También se puede definir como: “faltar a la lealtad o fidelidad que se debe a una persona, grupo o doctrina”. Rodríguez Zapatero y su equipo de guays han conjugado dicho verbo si ruborizarse lo más mínimo. En el 2.012 se celebrarán las siguientes elecciones, si la situación no empeora y vamos a elecciones anticipadas, y creo que en ese momento los ciudadanos que sientan que están con la izquierda real deberán votar en conciencia y desterrar de su vocabulario la construcción “voto útil”. No dejarse seducir por los cantos de sirena, que sin duda llegarán, del PSOE y votar a quién mejor represente sus ideas políticas. Puede que gane la derecha. Pero es mejor combatirla con tus ideas a que lo hagan otros que sin duda, y como hemos visto hasta ahora, las venderían por un plato de lentejas (léase recomendaciones de los grupos de presión más reaccionarios en materia económica). Porque uno de los sinónimos de la palabra traicionar es vender. Y vendido es la sensación que tiene uno en este momento. Un saludo.
