martes, 23 de agosto de 2016

SI DIOS NACIÓ EN UNA URNA TENDRÁ RAZÓN RAJOY

Como si se tratara de la versión privada del director de “Un día en las carreras”, película de los Hermanos Marx para quienes creen que el cine comenzó con Tiburón, nuestro Gila particular de la política española, Mariano “Trotón” Rajoy, a la sazón presidente en funciones de esta España mía, de esta España nuestra (¿qué pasa?, me ha dado por Cecilia), nos ofrece la posibilidad de una carrera más el día 25 de diciembre, día de Navidad. Parece ser que, sin habernos dado cuenta, estamos todos dentro del camarote y el absurdo humor patrio nos succiona como sifón de alcantarilla buscando su desagüe político, todo ello sin menoscabo de la pura y puta realidad a la que nos enfrentamos: la burla constante y, sobre todo, sonante, nuestro dinero nos cuesta cada elección, de un partido político, el PP, y sus dirigentes, para los cuales el futuro del país es como una caja de bombones y, puestos a correr, no paran nunca de joder.

Desde luego podría considerarse una jugada maestra de los tahúres electorales del PP: “facilítame el gobierno del estado ahora que sino mando a mis huestes a votar de nuevo el día en que, llenas de júbilo celestial, acudirán en masa como un solo ejército y, apoyadas por el General D’Hont, arrasaré cual Jinete Apocalíptico. Luego, será otro cantar, ya la Interprofesional Mágica, o sea,  los Tres Reyes Magos de Occidente: Mercados, Bancos y Troika os traerán carbón, polaco, que es más barato, pero eso que me importa si fui yo quien les abrió la puerta en mi primera legislatura”. Sin embargo, ¡qué curioso!, la culpa es del líder del PSOE, Pedro Sánchez, que no le hace presidente al notas.

El mismo día en que se presentó la fecha de investidura y se hicieron los cálculos sobre unas posibles terceras elecciones, los autómatas del PP corrieron a señalar que, llegados a ese caso, elecciones el 25 de diciembre, la culpa la tendría el dirigente socialista. En concreto el señor Albiol retó al señor Sánchez a ver si tenía dos cojones para dejar a los españoles sin Navidad. Está claro que acabada la linde el burro se para pero el tonto sigue: meritocracia interna del PP. Así que podemos asistir a la definitiva pirueta de la democracia española: aglutinar en un solo acto la fe y el voto. ¡Y luego nos cabreamos porque aquí, en Zamora, quisieron meter a la Virgen en la Casa Consistorial! Si es que sois unos aprendices: lo que hay que hacer en meter la urna en la iglesia. ¡¡¡Rajoy presidente y cardenal primado de España ya!!!

Mucho me temo, que con la euforia, si llegamos a diciembre, algún irredento pretenda introducir en la urna el catecismo, que en alguna mesa electoral las urnas estén cerradas con rosarios o que algún votante ultracatólico, antes de votar, rece: “Señor mío de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto y te doy mi…voto”, aunque algo puede tener de positivo: como Nochebuena es jornada de reflexión el Rey, en su mensaje al pueblo español, solamente nos podrá hablar del tiempo y, es un ejemplo, de cómo las alcachofas hay que introducirlas en agua con limón para que no se ennegrezcan. Teniendo en cuenta que da para poco todo esto el mensaje se hará corto.

        Así que habrá que estar preparado porque puede que este año, si nadie lo remedia, ¿dónde está la izquierda?, nos metan los polvorones por el culo. Avisados estáis, que ir a votar el día de Navidad con El Tamborilero de Raphael en la cabeza, tras la resaca, no puede ser sano. 

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