martes, 30 de diciembre de 2014

LA MANIPULACIÓN SYRIZA

            Debe ser muy duro, decepcionante y frustrante para un periodista trabajar en un ente de información que funciona bajo la premisa de la manipulación informativa y con un concepto goebbeliano en su relación con los ciudadanos, a los que va dirigida su propaganda. Televisión Española, comandada por una camada de gestores políticos afines a su amo, que no de periodistas, amamantada en gran parte en esa oscura bodega que es la televisión autonómica madrileña, va camino de superar cualquier límite cayendo en la más absoluta vergüenza y enterrando los principios de libertad, veracidad e independencia, los cuales deben ser los anclajes sobre los que sustentar cualquier comunicación.

            En su afán de contrarrestar la masiva implantación del partido político Podemos entre la ciudadanía española con derecho a voto, oficializada casi a diario en todas las encuestas que se han hecho hasta la fecha, los propagandistas del régimen, sin duda en posición de obediencia debida, han utilizado la última crisis griega como estrategia para sus fines, activando una campaña del miedo entre la población española y profetizando una visión apocalíptica en caso de su triunfo. Ante la eventualidad de una victoria en Grecia del partido de izquierdas Syriza, los dobermanes periodísticos de Televisión Española se han lanzado a anatemizar dicha posibilidad por lo que, según ellos, sería una debacle para la estabilidad europea, y de paso contrarrestar en España a Podemos, estableciendo una correlación entre los dos posibles triunfos en las próximas elecciones a celebrar durante el año 2015.

            Es lamentable ver como los informativos abren sus noticias estableciendo en primer lugar la posible similitud entre las dos formaciones políticas y no con el verdadero problema griego: el agotamiento de los ciudadanos ante unos ajustes impuestos por los mercaderes de Bruselas y llevados a la práctica por sus dirigentes, que han preferido salvar sus puestos y prebendas a costa de sus vecinos, repitiendo por activa y pasiva que la culpa no la tuvieron ellos, que gobernaban, sino los gobernados por vivir por encima de sus posibilidades. Esto que sería lo primordial periodísticamente hablando, queda en colateral ante las verdaderas intenciones de los voceros televisivos: extrapolar la situación a la realidad española manipulando la información y quedándose en lo que verdaderamente le importa: que Podemos no siga subiendo en las encuestas.

            Es bochornoso leer en el Canal 24 H de Televisión Española, en la línea de noticias que discurre en la pantalla, como se establecen falsos debates sobre dicho tema entre tertulianos a sueldo en busca de puntos de contacto entre las dos formaciones políticas. ¿De verdad es importante la similitud o no entre ellos? ¿No son más importantes sus propuestas de gobierno que sus formas o fondos? En todo caso, los líderes de los restantes partidos políticos españoles se han sumado a este cambalache inútil, cosa entendible en el Partido Popular por lo que le va en ello, pero no en los otros, incrementando la confusión entre los ciudadanos a los que le es censurada la verdadera información.

            Y, realmente, ésto es lo que les da miedo: auditoria de la deuda, nacionalizaciones en sectores estratégicos, subida de impuestos a los tramos superiores, finalización de la austeridad para la población, subida del salario mínimo, aumento de la cobertura de la sanidad pública, eliminación de los privilegios de la Iglesia, financiación directa del BCE a los Estados y no a los bancos privados, aumento de las prestaciones por desempleo, etc. Lo entiendo, vaya lobo para la derecha y sus mercaderes, aunque no creo que el poder económico que sustenta al gobierno del Partido Popular esté de acuerdo con estas propuestas, a fin de cuentas, se resentirían sus balances a finales de año por mucho triunfalismo que nos intenten trasmitir en discursos totalmente fuera de la realidad cotidiana de la población en general.

            Aunque puestos a asemejar, ¿esto no es lo que viene proponiendo la Coalición Izquierda Unida desde hace años, más o menos? Se llama concepto político y tener muy clara la sociedad que queremos para nosotros y que fundamentos sociales nos deben regir. Parece ser que algunos han descubierto ¡un palo! 

domingo, 14 de diciembre de 2014

EL TIEMPO CAMINA DESPACIO EN EL LABERINTO

           Vamos caminando y las plataformas de nuestra redención se dibujan, apenas con la luz, sobre el horizonte. Levantadas sobre la tierra yerma de no hace muchos años, observando el discurrir continuo y lineal de todo futuro atemporal, imperturbables, asemejan vigías, anclajes donde reposar la incertidumbre. Estructuras de acero y hormigón que no sucumben sino que, ancladas firmemente a la tierra, cobijan y alientan las miradas de desafío ante el absurdo. Gigantes de sí mismos, desvencijados otras veces, bajo sus entrañas se movilizan los engranajes chirriantes que extraen de nuevo el aliento perdido.

            Cables de acero que recorren el sendero vertical de ida y vuelta, distribuyen pasillos que se alejan sin final. Mamparos y testeros separan vidas paralelas, mientras sobre raíles de acero peregrinan en turnos circulares divisiones de patricios que contienen el derrabe escondido y acechante. Engullidos por una oscuridad de luz artificial y fría, somos tejidos por madejas cobrizas que custodian el resultado, una urdimbre de señales que se entrecruzan y balizan el angosto sendero hacia la salida. Laberinto de galerías veteadas con la mena mineral perseguida y preciada, separada, ahora sí, del escombro al final de la jornada.

Ya alumbran a lo lejos las luces de piquetes esmeraldas, ya clavan su determinada mirada en el objetivo y barrenan las paredes y tejidos minerales mientras parpadean sin descanso infinitos faros y llamadas, sonidos vigilantes, agentes de seguridad allí donde no llega las alarmas más profundas. Un universo de metal quejumbroso que, sin embargo, disimula su estrepitosa silueta con la textura de las vidas que lo habitan. Un laberíntico complejo en donde no siempre están abiertas las puertas, en donde no siempre es posible culminar el recorrido hasta la finalidad opuesta al desafío interior con el que lo comenzamos. Únicamente los guardianes del tiempo son capaces de no perderse en aquel organismo metálico, vivo por las vidas que cobija en las galerías horadadas a base de respuestas.

Por oleadas sucesivas, como mareas rítmicas en su intervalo, van entrando y saliendo los continuos turnos intercalados, mezclados sin orden, sin distinción de intereses. Allí nos incluimos como suma de intenciones que no producen rechazo, trasplante de aliento y de ánimo particular que añadir a la cuenta general. Con esfuerzo, la última hornada se adivina en la bocana de la entrada de esa montaña artificial. Oscuro horizonte por donde, ahora sí, van volviendo aquellos que fueron tejidos hace tiempo con el catéter del dolor. Parece que, por fin, arrancaron a la veta su codiciado tesoro y no se extraviaron por su laberíntico interior. Sendero labrado con las pisadas de tantos que impidieron que la puerta de salida quedara olvidada al hacer suya la permanencia.

          Nos vamos alejando sacudiéndonos los últimos restos de la tela de araña que nos envolvió. Nos vamos limpiando el tizne negro del polvo levantado al picar la pared que nos impedía el paso. Ya el continuo ulular no es el nuestro y, por fin, recibiremos la paga sublime de la jornada del sol.

martes, 2 de diciembre de 2014

PASAJERO EN TRÁNSITO

        Demasiado tiempo. O quizás ningún tiempo. Todo se vuelve relativo cuando la decisión de hacer choca con una cierta pereza, desánimo o duda, provenientes de la confusión, de la ingente proyección de imágenes y noticias que bombardean y destruyen la intención de reflexionarlas, y más ahora que ya no se puede uno refugiar siquiera en la intimidad del relato, germinada de soledad e imaginación, conceptos yermos, arrasados por la incapacidad insaciable de una voluntad quebrada, semejante y como tal, una mal estudiante que es incapaz de adaptarla a la finalidad intentada.

            Porque si ya está dicho para que incidir en ello. El pozo seco que ya no aporta nada, si es que alguna vez aportó algo, a lo ya proyectado. O el miedo a repetir, repetirse, a ser un mero transmisor de algo ya conocido, diseccionado, analizado e, incluso, intervenido estéticamente y convertido en algo que ya no es. Tiroteo de mensajes que hacen que la mera ponderación de uno de ellos quede desfasada en el poco o mucho tiempo que se necesita para su autopsia, para su análisis, para aportar lo mucho o poco de una visión individual o particular, desposeyéndola de la generalidad injusta. Dejar de condescender cuando una simple mirada te expulsa, te muestra que toda ilusión por los cambios es falsa.

            Las palabras glaseadas, las rimas escarchadas, los significados febriles de oropel, ponen de manifiesto la verdadera naturaleza de la madurez impostada, del compromiso falso, bisutería veteada de fraudulenta responsabilidad. Nacional, internacional, local, opinión, deportes… ¡qué más da! No deja de ser un puzle al que le faltan demasiadas piezas y cualquier conato de inicio está de antemano condenado al fracaso. Entonces, ¿de qué hablar? ¿En el fondo tienen algo de importancia ante la cercanía personal de los sucesos que desgarran? Dejar de ser un reflexionador de historias y convertirse en un francotirador de sumarios puede ser una salida, indigna, pero con la posibilidad de no fracasar, de no cejar de caminar y continuar el empeño, aún cuando la causa vaya quedando cada vez más lejos.

            A veces hay que aceptar que hay que orillarse al carril derecho de la autopista para dejar paso y no convertirse en aquél que por orgullo, por no aceptar la decadencia, sigue en el carril de velocidad aún cuando el vehículo que lo transporta ya no pertenece a este tiempo. Solamente una carcasa de aquel modelo que hace años fue puntero pero cuyo motor, desfasado, no aguanta el ritmo del tiempo nuevo. O, decididamente, tunear el motor de la intención y, aún cuando se viaje a la misma velocidad, ser capaces de acelerar en el momento que se requiera dicha condición y ronronear el resto del camino descubriendo el paisaje que nunca antes tuvimos la posibilidad de contemplar al fijarnos solamente en el horizonte más próximo. Sí, creo que modificar puede ser algo más que una intención. No importa ya cuantos viajeros suban en cada recorrido o cuántos de ellos elijan otro medio de transporte. Un simple botón puede llevarles con la rapidez que ellos demanden a través de infinitas carreteras virtuales, aunque la mayoría a ninguna parte. Viajes sesgados, murmullos de vecindad que se propagan con la celeridad con la que se propaga el veneno de la serpiente amortajando a su víctima.

            Hoy es martes y cuando deje de escribir, leeré. Orillado por fin, observaré plácidamente como el vértigo me sobrepasa y me precede, porque ya no importa la premura por contar(te).