jueves, 26 de julio de 2018

CALENTURA ESTIVAL

           Pues que no. Parece ser que las ideas no vienen a la cabeza, ni siquiera por atajo mal disimulado. A veces uno querría escribir sobre tantas cosas que luego, una vez maceradas, no parecen tener la importancia que se le dieron al principio. Desde luego no por su importancia intrínseca sino porque pasan por el orden neuronal como estos días de estío: uno tras otro siempre iguales. Y puede que sea eso, el estío y su calor, lo que hace que las palabras no encajen unas con otras para formar, siquiera, una suerte de pensamiento u opinión. También es verdad que levantarte cada dos por tres a matar moscas que entran sin ser invitadas, no ayuda a la concentración.

            Podría excusarme, a semejanza de lo que hizo Lennon en su canción God, en que ya no creo en la política española, en su justicia servil, en la Monarquía, en los gazpachos de diseño y en las sandías fashion... Esto me daría una cuartada para tomarme una semana de vacaciones blogueras y dejar que esta suerte de consulta siquiátrica se relanzara de nuevo. Pero…me da penica. Total, por unas cuantas frases que no lee nadie tampoco hace falta tanta angustia literaria y postureo retórico. Todo parece dar fatiga y pereza y escribir, por ejemplo, sobre esos tropiezos múltiples del PP eligiendo imputados o en vías de imputación es como hacer el guión de una serie que se retuerce sobre sí misma al no tener ya ninguna salida digna.

            Bueno, yo tampoco creí nunca en Lennon e Imagine, esa canción que se considera una icono musical de su tiempo, me parece una suerte de inyección letal de azúcar, una suerte de simplismo edulcorado construido sobre la certeza de que una letra más compleja sería ininteligible para las masas a las que despreciaba. Realmente mi cabeza está a estas horas tan vacía de contenido de casi la totalidad de las fiestas de los pueblos que, en estos meses estivales, se redundan una sobre otra de forma clónica: matutina de vermú, vespertina de orujo y nocturna de copas, todo ellos enlazado por hinchables y fiestas de la espuma. Luego escuchan la cancioncita de marras perpetrada por la orquesta de turno, cuando no por una disco-móvil, su low cost, y parecen ascender al Olimpo de la calidad.

            Seguro que lo que necesito son unas vacaciones. Esto no quiere decir que dicho periodo vaya a suponer un salto de calidad en la escritura y una abrumadora concatenación de ideas para dar rienda suelta semana tras semana. Pero estoy seguro que allí, en cualquier chiringuito frente al mar o en la montaña, estos pensamientos serían más llevaderos y puede, solamente puede, que me importaran una mierda. Así que habrá que experimentar la acción y ver el resultado.

            Por cierto, para quejas, reclamaciones o insultos sobre cualquier cosa dicha en esta entrada, podéis mandar un correo a la siguiente dirección: notengocriterio.oh!oh!oh!@veranodeverbena.com.

jueves, 19 de julio de 2018

DE DONDE SURGE EL INFIERNO

           No son tan pocos como parecen y enfrentan al sol que los alumbra y seca sus placentas del infierno criminal que los engendra. Unos, pocos, elevan el brazo insultante de vanagloria fusilera, vacíos de fondo y patanes en forma. Pero…otros, la inmensa mayoría, agachan la cabeza sumisa, enclavan el oído crítico e inmovilizan su voz asustada.

 Su acción queda recortada en la silueta vodevil de la fanfarria, persiguiendo el pasado de las sombras, consiguiendo la nada, justificando con el silencio su agresión a la ética de la historia. Nada parece tener sentido en este estado lamentable de las cosas. No se intuye su fin ni, siquiera, la hoz segara de cuajo tanto brazo erectado, alimentado por la sangre derramada que recorre la canal de tanto cuerpo fusilado y enterrado.

Graznidos recurrentes de cuervas negras anunciando el infortunio advertido profanan el recuerdo proscrito de las víctimas. Soflama granítica de penurias pasadas y peligros futuros que vocifera, como animal emponzoñado, amenazas coercitivas, impulsos criminales y acciones delictivas. La podredumbre, cual carroña seca y amortajada, se recorta tras la sombra de una transgresión consentida y permitida por un poder cautivo en la memoria. Ya tienen, otra vez, sed de sangre y exhiben sus colmillos raídos por los años en señal de su otrora felonía.

Alimañas reprimidas en el redil, siempre frágil, de una democracia cosida con las manos del verdugo y con el hilván ensangrentado de tanto fusilado. Heredad tramposa, estafa y autoengaño que ha desembocado en tanto desencanto. Vuelven a llorar las trece rosas en los arbustos de tanto muro, pared o tapia en donde fueron alineadas y posteriormente ejecutadas. Nadie hace nada para volar por los aires tanta provocación y ofensa. La libertad se encuentra amenazada y las gargantas se secan ante la demostración ilegal de furia y bilis que supura, a risotadas, toda esta jauría de hienas desatadas.

            Larga tristeza nos aguarda si no arrancamos de cuajo la hiel que anida en la guarida que, cuelgamuros, serpentea cual babosa intentando cercenar la libertad que nos cobija de tanto criminal disfrazado de beata. 

jueves, 12 de julio de 2018

COLOCANDO LOS ÚLTIMOS CLAVOS EN EL ATAÚD DE TU CEREBRO

         Es lógico el resultado. Que haya solamente un 21% de ciudadanos castellanos y leoneses que aprueben la gestión realizada hasta la fecha por el nuevo gobierno socialista por un tercio que tiene una visión negativa de la misma, no es más que la constatación del grado de hegemonía en la que se asienta la sociedad castellano y leonesa de entre el resto de comunidades autónomas del país. Una hegemonía cimentada desde la primera victoria del Partido Popular en esta comunidad hace ya treinta años. Un periodo marcado por un constante crecimiento que ha servido como ejemplo al resto del mundo. Con pleno empleo en todos sus sectores y una inmaculada hoja de servicios en cuanto a corrupción.

            Las políticas llevadas a cabo por el Partido Popular en la comunidad durante este lapso de tiempo han conjugado en futuro el nivel de vida de sus habitantes. Un territorio volcado en el desarrollo industrial de última generación ha dado lugar a que sus ciudadanos gocen de una de las rentas per cápita más altas del país, dibujando de paso una sociedad libre, moderna, preocupada por el medio ambiente y su bienestar cultural. Este hecho ha sido posible gracias a que sus mejores cerebros han encontrado un caldo de cultivo adecuado a su capacidad sin tener que emigrar a otros lares e, incluso, se ha sabido importar a los mejores cerebros de otras regiones ante la múltiple oferta de oportunidades que esta tierra siempre ha brindado frente a la emigración estructural subyacente en el resto del país.

            Un sector primario moderno, cuajado de jóvenes emprendedores, ha sido capaz de poner en tela de juicio los usos atávicos de sus mayores adecuando sus necesidades a las nuevas condiciones marcadas por el cambio climático y racionalizando recursos hídricos concibiendo el resurgir de una nueva gama de cultivos más acordes con las características del clima seco de esta tierra, haciendo desaparecer la necesidad de construcción de nuevos embalses, recurso simplista de un tiempo pasado que los políticos del siglo XXI que gobiernan en esta tierra han desterrado por completo. Un sistema agro-ganadero moderno que ha hecho posible que las ciudades se descongestionen ante la falta de inmigración urbana por la fijación de población en el mundo rural autonómico dado su nivel económico y de posibilidades habitacionales.

            Nuestros pueblos y ciudades crecen al ritmo acompasado de nuestro auge económico. No existe, a diferencia del resto del país, riesgo de despoblación y el balance vegetativo continúa permanentemente en positivo y de forma paralela a un progreso que se antoja infinito. La pirámide demográfica de esta comunidad ha sido declarada por las Naciones Unidas la nueva pirámide de Keops ante la perfección que se dibuja en su contorno al parametrizar los estratos por edades y propuesta, con todo merecimiento, para su declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Los ciudadanos castellanos y leoneses son conscientes de los privilegios otorgados por esta forma de hacer la nueva política y la envidia que originan en el resto de comunidades. Educación, sanidad, cultura, empleo, en decir, el estado del bienestar, son hoy, en esta comunidad, un ejemplo de funcionamiento que hace esbozar, sin miedo a ruborizarse, un oasis en medio de tanta crisis y miedo al futuro.

               Es en este contexto en el que hay que incardinar los resultados de la encuesta publicada por la Opinión de Zamora, no hay que olvidar que es la provincia que, dentro de la comunidad, lidera el estado del bienestar regional, y poner en la valía que merece la valoración de los líderes nacionales. Dada la superioridad moral y económica de esta comunidad es lógico que el paso siguiente sea el cambio a la representación del poder económico mundial en este país: Ciudadanos y su líder Albert Rivera. De esta forma pasaremos a formar parte, por derecho propio, en la historia futura del Ibex 35 y el Club Bilderberg. Un paso que lanzará a esta comunidad no al siglo XXI sino al siglo XXV, siendo la cabeza visible de un nuevo orden mundial. Unos alienígenas entre mediocres terrícolas.

jueves, 5 de julio de 2018

AL FINAL DEL CAMINO ESTARÁ EL MAR

          Hemos recorrido multitud de sendas y veredas. Hemos ascendido alcores escrutando el vasto dominio secular de esta tierra abierta y desangrada. Heredad plana, y larga, y ancha, como un lienzo extendido compuesto de cuadrículas humanas vacías, desamparadas. Radiografía en negativo de una prosperidad huida.  

Hambrientos, transitamos sin descanso la vereda que camina cogida de la mano del río acompañante. No son dos sino uno paralelos. No se entiende el uno sin el otro porque no puede haber arterias contrapuestas. Si uno es corriente líquida y sonora, la otra es vía terrenal y silenciosa que lo complementa. Líneas rectas perdidas en el horizonte que parecen no tener fin.

A veces, entre los claros del follaje, se distinguen formas simiescas, metálicas, incongruentes. Castilletes herrumbrosos del imaginario posibilista de lo que pudo ser y no fue. Son el recordatorio de la futilidad de lo natural, de la efímera, pero sutil magnificencia del ecosistema. Camino societario y transversal de la decadencia mercantilista.

El continúo deambular en busca de la esencia substancial de pertenencia, elemento vertebral de cordura más allá de esa globalidad pomposa y circunstancial con la que pretenden embaucarnos, reconducirnos en la quimérica y laberíntica necesidad de ser global.

Pueden que el río y el camino caigan pesadamente en la catarata del fin terrestre y no haya nada más. O puede que sí. Que, al final, lleguemos a considerar como meta cualquier recodo que formen entre los dos y nos abriguen como nos abrigamos nosotros en las noches de invierno.

Que la silenciosa soledad, la quietud del destierro, sean el consecuente efecto del alejamiento consensuado frente a esa sociedad claustrofóbica y toxica malvivida. No existirán atenuantes que nos salven si no nos rebelamos.

Al final, allá donde el camino y el río se juntan, por fin, quebrando su paralela existencia, deben existir la plenitud, la vida, los elementos multidisciplinares que apuntalen la estructura de nuestra existencia más allá de la coerción existencial del entorno atávico y primigenio.

Allí, sentados frente a la inmensidad de lo inabarcable, compilaremos nuestra vida en forma epistolar para los que vengan luego. Aquellos que siguieron el mismo camino que nosotros recorrimos hacia la libertad mental.

         Hacia una emancipación natural que nos despoje de cualquier atadura, cualquier atisbo de melancolía coercitiva. No nos faltará la memoria, pero nunca nos invadirá la tristeza de recordarla.