martes, 1 de noviembre de 2016

SIN PRELAVADO, A MANO Y PLANCHAR A 180º

Inexplicable PSOE:

            Pues resulta que sí, que habéis normalizado España. Teniendo en cuenta que en el resto del mundo estamos clasificados como un país demasiado corrupto, y que el Partido Popular, en el poder durante los últimos cinco años, ha llevado la corrupción hasta cotas nunca vistas hasta ahora, pues sí, en realidad habéis normalizado la corrupción como forma de gobierno al facilitar la investidura del señor Rajoy convirtiéndoos, de paso, en cómplices necesarios para tal fraude electoral y convirtiéndonos a nosotros, los ciudadanos de a pie, en víctimas y sujetos pasivos de esta maniobra tan falta de ética como de actuación democrática.

            Y yo pregunto: ¿cómo se siente uno pasando de luchar, ¡cuidado, como partido en general!, contra la dictadura franquista a dar golpes de estado en el mismo para instalar el autoritarismo interesado, justificado con la falacia de la democracia interna? Resulta curioso cómo, invocando a la tan manida representatividad, habéis actuado de espaldas a vuestros militantes y votantes, como si esa representatividad fuera un cheque en blanco con el cual poder luego hacer lo que a uno, políticamente, le dé la gana. La representatividad solamente tiene valor cuando se ejecuta en función del mandato del representado y en función de la orientación con la que lo ha delegado, pero nunca en su contra, ya que, en este último caso, sería traicionar la confianza puesta en el cargo público por el representado. Vosotros os lo habéis pasado por el forro de vuestra caradura y, de espaldas a la opinión de la base de vuestro partido, actuáis de forma inequívocamente mafiosa como resultado del lobby en el que se ha convertido vuestra estructura interna.

            Una Nomenclatura instalada en las cloacas del Estado, en el poder de vivir en el poder. Resulta chocante, cuanto menos, haber oído a la Gesta…, perdón, Gestora, invocar el mandato de la misma sobre la abstención en la sesión de investidura y apelar a la disciplina de grupo como procedimiento, componentes de la misma que no siguieron las mismas pautas cuando el Secretario del partido señaló la posición de votar no. En este último caso hicisteis caso omiso y disteis un golpe de partido para, parece ser que con la anuencia u orden de los poderes fácticos económicos, cambiar el sentido del voto. Siervos políticos por unas migajas, aunque supongo que sabréis que Roma no paga a traidores, ni la militancia y vuestros simpatizantes olvidan. Simplemente sois herederos de la podedumbre sociolista de los años noventa apostada en los grupos de presión mediáticos con el fin de atar los cabos sueltos del verdadero socialismo.

            Cuestión esta de la heredad que me produce sonrojo. Cuando se apela a la misma en el Congreso en pos de ¿dignificar? la posición tomada, en respuesta al discurso del portavoz de ERC, se os olvida que si el PSOE tiene sangre derramada en su lucha por la libertad, esa sangre la derramaron los que sufrieron la dictadura, el exilio, las represalias cotidianas durante cuarenta años…, pero que quedaron en el camino y en el olvido, en definitiva, en la cuneta política del Congreso de Suresnes, primer golpe de partido en el socialismo moderno. Vosotros no sois herederos de nada, si acaso, como ya he dicho, de la mentira felipista noventera, la cual aplaudís hasta con las orejas como borregos a la vista del prado verde. En cualquier caso, le lanzo una pregunta al portavoz socialista: ¿si vosotros creéis ser los herederos de ese socialismo de verdad, no son los actuales dirigentes del PP los herederos de una dictadura que golpeó España durante cuarenta años? Recordad que el PP lo fundó un ministro de Franco. Otra pregunta: ¿en ese caso, con vuestra abstención, no habréis consumado el hecho de colocar en el poder a los herederos de quienes hicieron derramar la sangre socialista de la que tanto presumís? Responderlas si podéis.

            Con vuestro acto de deslealtad a la izquierda solamente habéis conseguido normalizar, no el Estado, sino la más abyecta corrupción, votando la investidura de un partido político, el PP, trufado hasta la médula de corruptos, como así se encargan de hacérnoslo ver los jueces de este país, un día sí y otro también, con sus imputaciones masivas de dirigentes populares. Habéis dado certificado de legalidad a una forma de entender la política más propia de repúblicas bananeras que no de estados consolidados, convirtiendo la democracia española en una democracia barata, de saldo, desprovista de todos los atributos que definen dicha forma de gobierno, la que, en definitiva, puede encontrar cualquier régimen corrupto y autoritario en el mercadillo político con el objetivo de presentarse en el foro público con patina de autenticidad democrática.

            No se puede entender esta postura de traición al propio ideario político en función de una estabilidad que resultará efímera a poco que, yo lo dudo, ejerzáis vuestra labor de oposición como primer partido de la misma, salvo que también traicionéis este aspecto político y sigáis votando alineados con el PP. Porque, en cualquier otro caso, lo que se espera de vosotros en que votéis en contra de cualquier otro ajuste económico con cargo a los ciudadanos, en contra de cualquier otra maniobra de vaciado de la educación pública, en contra la privatización de la sanidad pública, en contra de cualquier otra maniobra de expolio de las pensiones y su privatización… En estos casos no habrá estabilidad ninguna al no salir adelante las propuestas de gobierno y enquistarse la actividad parlamentaria, lo que significaría el adelanto de la elecciones, ¡Ay, la bicha! Tendréis que elegir: estabilidad tramposa o adelanto electoral.    

            En fin, solamente os puedo reconocer un logro: definitivamente le habéis puesto cara al Judas de la mitología católica, cosa que os agradecerán las huestes eclesiales, y, por supuesto, todos los imagineros del orbe.

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