Inexplicable PSOE:
Pues
resulta que sí, que habéis normalizado España. Teniendo en cuenta que en el
resto del mundo estamos clasificados como un país demasiado corrupto, y que el
Partido Popular, en el poder durante los últimos cinco años, ha llevado la
corrupción hasta cotas nunca vistas hasta ahora, pues sí, en realidad habéis
normalizado la corrupción como forma de gobierno al facilitar la investidura
del señor Rajoy convirtiéndoos, de paso, en cómplices necesarios para tal
fraude electoral y convirtiéndonos a nosotros, los ciudadanos de a pie, en
víctimas y sujetos pasivos de esta maniobra tan falta de ética como de
actuación democrática.
Y
yo pregunto: ¿cómo se siente uno pasando de luchar, ¡cuidado, como partido en
general!, contra la dictadura franquista a dar golpes de estado en el mismo
para instalar el autoritarismo interesado, justificado con la falacia de la
democracia interna? Resulta curioso cómo, invocando a la tan manida
representatividad, habéis actuado de espaldas a vuestros militantes y votantes,
como si esa representatividad fuera un cheque en blanco con el cual poder luego
hacer lo que a uno, políticamente, le dé la gana. La representatividad
solamente tiene valor cuando se ejecuta en función del mandato del representado
y en función de la orientación con la que lo ha delegado, pero nunca en su
contra, ya que, en este último caso, sería traicionar la confianza puesta en el
cargo público por el representado. Vosotros os lo habéis pasado por el forro de
vuestra caradura y, de espaldas a la opinión de la base de vuestro partido,
actuáis de forma inequívocamente mafiosa como resultado del lobby en el que se
ha convertido vuestra estructura interna.
Una
Nomenclatura instalada en las cloacas del Estado, en el poder de vivir en el
poder. Resulta chocante, cuanto menos, haber oído a la Gesta…, perdón, Gestora,
invocar el mandato de la misma sobre la abstención en la sesión de investidura
y apelar a la disciplina de grupo como procedimiento, componentes de la misma
que no siguieron las mismas pautas cuando el Secretario del partido señaló la
posición de votar no. En este último caso hicisteis caso omiso y disteis un
golpe de partido para, parece ser que con la anuencia u orden de los poderes
fácticos económicos, cambiar el sentido del voto. Siervos políticos por unas
migajas, aunque supongo que sabréis que Roma no paga a traidores, ni la
militancia y vuestros simpatizantes olvidan. Simplemente sois herederos de la
podedumbre sociolista de los años noventa apostada en los grupos de presión
mediáticos con el fin de atar los cabos sueltos del verdadero socialismo.
Cuestión
esta de la heredad que me produce sonrojo. Cuando se apela a la misma en el
Congreso en pos de ¿dignificar? la posición tomada, en respuesta al discurso
del portavoz de ERC, se os olvida que si el PSOE tiene sangre derramada en su
lucha por la libertad, esa sangre la derramaron los que sufrieron la dictadura,
el exilio, las represalias cotidianas durante cuarenta años…, pero que quedaron
en el camino y en el olvido, en definitiva, en la cuneta política del Congreso
de Suresnes, primer golpe de partido en el socialismo moderno. Vosotros no sois
herederos de nada, si acaso, como ya he dicho, de la mentira felipista
noventera, la cual aplaudís hasta con las orejas como borregos a la vista del
prado verde. En cualquier caso, le lanzo una pregunta al portavoz socialista:
¿si vosotros creéis ser los herederos de ese socialismo de verdad, no son los
actuales dirigentes del PP los herederos de una dictadura que golpeó España
durante cuarenta años? Recordad que el PP lo fundó un ministro de Franco. Otra
pregunta: ¿en ese caso, con vuestra abstención, no habréis consumado el hecho
de colocar en el poder a los herederos de quienes hicieron derramar la sangre
socialista de la que tanto presumís? Responderlas si podéis.
Con
vuestro acto de deslealtad a la izquierda solamente habéis conseguido
normalizar, no el Estado, sino la más abyecta corrupción, votando la
investidura de un partido político, el PP, trufado hasta la médula de
corruptos, como así se encargan de hacérnoslo ver los jueces de este país, un
día sí y otro también, con sus imputaciones masivas de dirigentes populares.
Habéis dado certificado de legalidad a una forma de entender la política más
propia de repúblicas bananeras que no de estados consolidados, convirtiendo la
democracia española en una democracia barata, de saldo, desprovista de todos
los atributos que definen dicha forma de gobierno, la que, en definitiva, puede
encontrar cualquier régimen corrupto y autoritario en el mercadillo político
con el objetivo de presentarse en el foro público con patina de autenticidad
democrática.
No
se puede entender esta postura de traición al propio ideario político en
función de una estabilidad que resultará efímera a poco que, yo lo dudo,
ejerzáis vuestra labor de oposición como primer partido de la misma, salvo que
también traicionéis este aspecto político y sigáis votando alineados con el PP.
Porque, en cualquier otro caso, lo que se espera de vosotros en que votéis en
contra de cualquier otro ajuste económico con cargo a los ciudadanos, en contra
de cualquier otra maniobra de vaciado de la educación pública, en contra la
privatización de la sanidad pública, en contra de cualquier otra maniobra de
expolio de las pensiones y su privatización… En estos casos no habrá
estabilidad ninguna al no salir adelante las propuestas de gobierno y
enquistarse la actividad parlamentaria, lo que significaría el adelanto de la
elecciones, ¡Ay, la bicha! Tendréis que elegir: estabilidad tramposa o adelanto
electoral.
En fin, solamente os puedo reconocer
un logro: definitivamente le habéis puesto cara al Judas de la mitología
católica, cosa que os agradecerán las huestes eclesiales, y, por supuesto,
todos los imagineros del orbe.
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