miércoles, 11 de octubre de 2017

NO SE TE ENTIENDE PORQUE TÚ NO HABLAS

              Ya me lo habían advertido. En el mismo momento en que, por fin, iba a ver cumplido mi sueño de experimentar una ciudad libre, de aire limpio, vaciada de tics anacrónicos y confiada a una municipalizada coherencia y al rigor ético de la acción inmediata, se lo insinuaron: -que tengan cuidado con los compañeros de viaje que les tocan en suerte por mor de una mayoría absoluta casi conquistada, llevan demasiadas mochilas, demasiados asuntos pendientes sobre los cuales no poseen el dominio, el mando-. -Valiente celebración me estás dando, le dije-. Este dominio, prosiguió mi interlocutor, se halla en manos de prestamistas políticos del signo opuesto, lo cual lo hace todo más demoniaco, más opresivo y más intimidador. En realidad, nada se decide aquí, nada deciden las cabezas visibles de estos adyacentes coyunturales, todo emana, todo se solventa, todo se ventila desde “Madrid”.

            Apenas dos años y medio después se cumple el vaticinio. Repuntan las ratas envalentonadas por un número más que vuelve al redil. Sin importar siquiera que los electores les relegaran al último cajón del podio por suerte de un posicionamiento político más propio de dementes suicidas que de personas públicas con la razón por trinchera. Sin importar el abandono masivo del grueso del partido por no aceptar ese alejamiento social, de vivir y ejercer la política al lado del vecino. Vaivenes conductistas provocados por la falta del ideario sociológico al que dicen pertenecer, del conocimiento mismo de sus orígenes, bien es verdad que en consonancia con los grandes charlatanes del ventajismo feriante en que mutaron tantos y tantos maquis de salón. Nunca el socialismo dio tantos capitalistas en consejos de administración. Acaso, puede que todo terminara en Suresnes, comenzando esta etapa de mamporrerismo al servicio del verdadero poder: el económico.

            -Acuérdate de lo que me pasó a mí cuando fui alcalde-. Lo recuerdo bien, le digo, sentados frente a frente reflexionado con esta nueva situación, un tanto absurda: un caballo de Troya en forma de nuevo partido, dirigido por quien formó parte de su equipo de gobierno por un quítame, o ponme, allá unas obras, en nómina empresarial, ¿cuál?, y, curiosamente, por quienes deberían defender, ante todo, la legalidad: como políticos y como supuestos miembros de la izquierda. Mafiosa realidad vertebrada desde hace años y que asoma de vez en cuando pero que nunca termina por salir a la luz. Solamente analizando las consecuencias de forma indirecta se puede atisbar la verdadera realidad. Esa realidad, a secas, que dice que no quieren gobernar, que no les interesa mientras caigan en la saca los beneficios de la omertá. Es más fácil así, con cara de oposición pasmada se sí misma, recorrer el desierto aprovechando el maná generoso, la dádiva caritativa de quien, parece ser, te tiene agarrado por los huevos. No habrá marcha en New York, pero siempre nos quedará Rubén Blades, de Panamá mismo.

            De este modo, la mano que mece la cuna desde “Madrid” ejecuta la maquiavélica subversión del resultado sociológico electoral poniendo trabas al correcto devenir. Mi contertulio me hace una última reflexión: -piensa en que actividad ha habido más problemas más allá de la propia dificultad de los procedimientos y de los problemas añadidos que puedan surgir-. Negligencia, incapacidad u “obra” de Dios.    

               Susanita tiene un ratón. El ratón un títere. El títere se viste de Sancho. En el último baile danzará con la Dama. El “tablao” lo pone un tal Mariano. Es el ciclo de la vida. Hace tiempo que fue al chino a comprar pinzas. La ética, sobrevalorada.

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