Viernes, 31 de septiembre. Los integrantes de la Asociación
Etnográfica Bajo Duero nos disponemos a realizar el último ensayo y dar los
últimos retoques de chapa y pintura a la actuación que realizaremos al día
siguiente “aquí cerca”: en Biar (Alicante). Nada extraño por otra parte ya que,
sin proponérnoslo, hemos inventado una nueva forma de llevar la tradición de
nuestra provincia a los lugares más lejanos: el folclore exprés. Como cualquier
compañía de paquetería que se precie, aseguramos el envío dentro de las 24
horas siguientes. Ciudades como Málaga, Sevilla, Lisboa, etc, han sentido como
el aguijón etnográfico del grupo Bajo Duero ha llegado, picado y desaparecido,
dejándoles el deseo de haber tenido más tiempo. Pero así somos, rápidos como el
viento. Eligieron la compañía más fiable del ranking de transportes etnográficos.
Hay que
decir que este tipo de viajes exprés nos hace subir la adrenalina y vamos
poseídos por el espíritu de la diversión. Como siempre, tomamos unas cervecitas
después del ensayo, no había prisa, ya que lo de ir a dormir unas horas se
notaba que no entraba entre nuestros planes. Y en ese momento de euforia por
los efectos de la pócima mágica, el núcleo duro decidió quedar para sumergirnos
totalmente en el espíritu del viaje y empezar a disfrutar desde el primer
momento. Así que nos encomendamos a mahou y bajamos con el tiempo justo de
recoger el traje y eliminar líquidos no deseados.
A las cuatro
de la mañana del uno de octubre, veintiocho miembros del grupo subían al
autobús que nos había de llevar a nuestro destino, no sin antes dar a conocer
el viaje que íbamos a llevar a cabo a nuestros vecinos del local de ensayo y
que así lo proclamaran a los cuatro vientos, ya que los medios de esta ciudad
no se ocupan lo suficiente de nuestra gran labor de promoción del folclore. Eso
vecinos tan comprensivos y que siempre saben, sin quererlo, cuando entramos y
salimos. Les damos todas nuestras bendiciones.
Ya estamos
rumbo a Biar. Como no hay barco sin polizones, a nosotros nos colocaron dos por
la cara y en nuestra cara. A veces parecemos una ONG del transporte. Con la
lógica preocupación de a qué hora haríamos la primera parada, ya que la pócima
mágica hace sus efectos de manera fulgurante, y este grupo siempre ha tenido
gran preocupación en todos los viajes, fuimos tragando kilómetros al mismo
tiempo que los más cansados, iban cayendo en los brazos de Morfeo. Para nuestra
sorpresa, a las dos horas hicimos la primera parada, así que gran celebración
por visitar el baño y primer desayuno de la mañana. Después de dar un rodeo por
Badajoz, que es donde casi te lleva la M-50 para no entrar en Madrid, y coger
todos los peajes habidos y por haber, a mayor gloria de las compañías
concesionarias, atravesamos la estepa manchega hasta la segunda parada del
viaje. Otra visita al baño para disipar temores y segundo desayuno de la
mañana. Por bien alimentados no iba a quedar. Para entonces el autobús era ya
un ir y venir de gente por el pasillo, conversaciones cruzadas de planes para
la noche y comentarios varios. Y así, cerca de la una de la tarde, llegamos a
Biar.
Allí nos
esperaban Joan Lluís y Ana, que se ocuparon de llevarnos a nuestra residencia,
donde ¿dormiríamos? y comeríamos. Aquí hay que hacer un inciso: la organización
de las habitaciones siempre ha sido divertida en este grupo. Se hicieron varias
proposiciones no excluyentes: por matrimonios, por parejas asimiladas, por
edad, por ganas de fiesta, por frecuencia de ronquidos y por intensidad de
estos últimos. Un galimatías que siempre tiene final feliz, pero que cuesta
encajar. Llegaron Manuel y Rodrigo, que los tenemos expatriados por ahí, y
comenzamos una carrera contrarreloj en la que se descubre el significado de la
expresión no tener un minuto de descanso. Visita por Biar, comida, visita bis,
preparación de indumentaria, para terminar vestidos para la ocasión.
Aquí hay que
hacer un inciso. Durante la visita al museo etnográfico de Biar, Lolo y yo
decidimos crear una comparsa de moros y cristianos. Evidentemente iremos de
moros, ya que solamente nuestros cuerpos elegantes y altivos pueden portar los
ricos trajes con que aquéllos se adornaban. Grupo restringido y con examen para
entrar en él. Los demás serán nuestros cristianos. Del harán ya hablaremos.
Gran
actuación, vive Dios. Si el viaje a Biar era exprés, la duración de la
actuación que había preparado nuestro presidente no fue precisamente corta. Fue
lo más parecido a aquellos trenes correo que hacían paradas en todas las
estaciones: nosotros paramos en todas las comarcas de Zamora. Pero a nosotros
nos va la marcha y nos gusta, y por dejar el grupo y su tradición en el lugar
que le corresponde, somos capaces de estar bailando toda la tarde. Así que con
el deber cumplido y con las felicitaciones del público por nuestro quehacer,
volvimos a la residencia para una ducha reparadora y cenar. Para entonces,
algunos llevábamos más de 36 horas sin dormir, pero debe ser que con la mezcla
de ganas de juerga con el baile tradicional puedes llegar hasta el infinito y
más allá. Y como ya imaginareis, algunos y algunas llegaron, llegamos, vaya que
lo hicimos. Alegría de vivir.
Después de
la cena, nuestros anfitriones nos tenían preparada una fiesta a la que nos
sumamos con mucho gusto. Nuestros cuerpos estaban castigados pero con unos
licorcitos preparados al efecto y unas “pilas” de la marca Alhambra, no cabe
duda que nos nombrará embajadores de honor, nos vinimos arriba y entre pitos y
flautas estuvimos bailando hasta las cinco de la mañana. Dos actuaciones en
una. De nada, un placer. Con la división de habitaciones que tanto nos había
costado conseguir nos fuimos a la cama a intentar conciliar el sueño durante
las pocas horas que quedaban hasta el amanecer.
La mañana
del domingo la abrió Lolo con sus espectaculares madrugadas, esta vez aderezada
con unas ardillas que deben madrugar tanto como él, y que le hicieron compañía.
Algunos la dedicamos, otros se vinieron abajo con excusas de “BAR”, a visitar
el castillo de Biar. Después del trajín del día anterior, para despejar la
empanada mental, nada mejor que meterse para el cuerpo diez minutos de empinada
cuesta muy semejante al Angliru. O por lo menos a mí me lo pareció. Se te quita
la tontería de tal manera que no necesitas ninguna pastilla para el dolor de
cabeza. Pero mereció la pena. Al bajar recargamos “pilas”, no tenemos remedio,
en el bar del pueblo, nos despedimos de Manuel y Rodrigo y sin solución de
continuidad, vuelta para Zamora. De camino, buscando un lugar donde comer, casi
merendamos. Pero nos salvó el conductor que encontró “su” sitio y así pudimos
darle gusto al cuerpo. Pero este viaje nos tenía preparada otra sorpresa.
Aunque no era martes, ¡¡¡había mercadillo!!! Nos dimos cuenta cuando, entre
voces y risas, empezaron a volar por los aires calcetines, vestidos y polos que
había en una gran caja de cartón, dentro del bar donde hicimos la segunda
parada: Grandes Almacenes El Gasolinero Feliz. Predisposición a la fiesta que
no falte. Y así, como si viniéramos de una excursión a los mercadillos
portugueses, llegamos a Zamora. Dos destinos en uno.
Viaje duro
pero divertido. Estamos acostumbrados y nos gusta el folclore de nuestra
provincia y darlo a conocer. Así que ya estamos preparados para la siguiente
salida. ¿Quiénes serán los agraciados con la nueva picadura?
P.D.
Agradecer a Joan Lluís, Ana y todas las personas que estuvieron siempre pendientes
de nosotros.
Muy buen resumen de este fántastico viaje. Lo del mercadillo del gasolinero feliz ha sacado una carcajada a una de las "parejas asimiladas" (jajajaja solo de imáginarlo me parto de risa). Si no fuera por estos grandes momentos, a la vida le faltaría una gran dosis de sal. Gracias por recordarnos estos momentos. Estos momentos que los espíritus danzantes vivimos entre manteos y fajas, mantas y almohadas, ronquidos y autobus, y alguna que otra canción dedicada al chandal....
ResponderEliminar¡¡¡Que se repita pronto, por favor!!!!
Noelia
En ocasiones, cuando pienso en vosotros, digo: cuánto echo de menos estos viajes. Tal y como lo narras es así!.. es verídico. gracias Carlos por hacerme revivir emociones, risas, alegrias, fiestas, diversiones... pasadas!!! Ha salido a la luz todo.. gracias. Me alegro de venir de donde vengo. Y tu narrativa descriptiva es perfecta. Es fiel a ti mismo. :) Me he reido mucho, sobretodo con el reparto de habitaciones y con las ganas de encontrar hueco para desalojar fluidos... ejjejej.... es genial. Gracias de nuevo. besos para todos!
ResponderEliminarPedro Semura
Y que sigamos aguijoneando!!
ResponderEliminarLlego con retraso a leer esto, pero es casi mejor recordarlo pasados casi 2 años.
ResponderEliminarBuen viaje, aunque me lo pasara con fiebre y tos.
Estupendo el resumen, ¡¡dan ganas de más!!
Besos, Alquimista