viernes, 1 de julio de 2011

HIJOS DE CAIN

Desde hace ya unos cuantos años ha quedado demostrado científicamente, salvo para esa corriente de beatos que se denominan “creacionistas”, que el origen del mundo no tuvo nada que ver con la versión fabuladora que nos ofrece la Biblia. Ésta no es más que una interpretación religiosa posterior del aquél hecho. Aún con todos los respetos para esta versión de la creación del mundo y para las versiones de todas las demás religiones, sería absurdo creer a rajatabla en que los hechos así narrados lo fueron en realidad.
Caín, ángel o demonio, según se mire, me ha originado siempre la duda de que estaría pensando en realidad cuando en un acto, ciertamente execrable, mató a su hermano Abel. Evidentemente no vamos aquí a justificar el asesinato como marco de solución de conflictos, pero si reflexionar, errados o no, quien sabe, en este hecho.
Siempre se ha descrito a Abel como el hermano bueno, seguidor de las normas impuestas desde las alturas y algo sumiso y a Caín como el hermano rebelde con el poder e insumiso con el mismo. Curiosamente estos adjetivos le terminan dando una imagen de hermano malo. Con todo lo dicho, ¿no deberíamos interpretar el triangulo entre Dios, Caín y Abel como una manipulación del hecho de que Caín, crítico con el poder, manifiesta su oposición a un camino no elegido por él?. Ante este hecho, la Iglesia lo hace un criminal confeso, indicándonos con esta sutil metáfora, que para alcanzar la gloria eterna primero hay que acatar de manera servil el poder terrenal establecido. Vuelvo a insistir en el hecho de que la Biblia se escribió en tiempo histórico.
En realidad viene todo esto a cuento del movimiento del 15-M, o como se le ha dado en llamar: los indignados. El poder establecido: religioso, político, económico y algún sector del periodístico, ha intentado desde que se originó dicho movimiento en verter ante la opinión pública calificativos capciosos y falsos sobre el verdadero alcance del mismo.
Se ha tratado de intoxicar a la opinión pública manifestando que los indignados intentaban socavar el edificio democrático, cuando solamente se pedían cambios para que la inmensa mayoría no tuviera que pagar las decisiones erróneas de unos políticos, cuyo único objetivo es permanecer en el poder o en sus inmediaciones. Para que las crisis económicas, si las tenemos que pagar entre todos, las paguemos proporcionalmente y no solamente los trabajadores. Para que la rex pública se mueva por principios éticos y no sobre acciones que ignoran a los ciudadanos, pero que éstos sufren sus consecuencias. Para que los culpables de la marcha general de este país sean condenados, aunque solamente sea moralmente, y apartados de cualquier ejercicio de dirección.
Estableciendo una similitud con lo relatado en el inicio, se trata a los integrantes del movimiento como caínes. Y en verdad lo son. Rebeldes e insumisos ante la mentira del poder y que exigen elegir el camino que debe llevar una sociedad libre y sana de la que se expulse a los que vienen a servirse de ella o a los que simplemente se instalan en el poder para vivir sin justificar trabajo alguno. No son sumisos que siguen las órdenes de sus partidos. Estos simplemente repiten clichés y formas de gobernar aprendidas de sus maestros. Estos son los abeles de turno. Con ellos está contento el poder. Son como plastilina y los moldean a su imagen y semejanza.
Aunque también están los que no son ni Caín ni Abel, pero se acercan a estos últimos. Ven pasar la vida ante sus ojos sin querer tomar una decisión. Como cuando ven pasar las protestas delante de ellos mientras están tomándose una copa en una terraza y sonríen ante las peticiones de la gente solidaria.  
Se necesitan más caínes. Todos deberíamos ser un poco caínes y tener conciencia crítica ante el poder establecido. Ante cualquier poder. No limitarnos a votar cada cuatro años, dejando toda la responsabilidad en otros y luego no pidiendo explicaciones ante decisiones que dañan nuestra forma de vida. Algunas veces irremediablemente.
Todo para que la verdadera historia la escriba la gente común y no que el poder, como en la versión religiosa, nos escriba una fábula con la que tenernos entretenidos y justificar su modelo. No debemos permitir que nos excluyan por pedirles responsabilidades, sino excluirlos a ellos por tenerlas, y graves.
Para que podáis decidiros, solamente un ejemplo: el día 25 de junio, en el periódico la Opinión de Zamora se publicó la noticia de que Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, había declarado un patrimonio de 4.000 € en ahorros, un plan de pensiones de 8.239 €, un coche de 1.995 y la mitad de una casa de 111.442 €. Todo esto en un señor que cobra más de 70.000 € al año por su cargo. Solamente pueden ser dos cosas: que despilfarre el dinero, con lo cual queda demostrado porque la Comunidad que gobierna es de las más endeudadas de España. O que lo haya opacado en cuentas secretas, con lo cual no me extraña porque está imputado en diversas tramas oscuras (Gürtell).
Por otra parte os dejo unas fotos de la actividad cotidiana de los parlamentarios europeos. Esos que, ante la gravedad de la crisis, se negaron a viajar en clase económica hasta Estrasburgo y siguen viajando en bussiness.  
No dejemos pasar la oportunidad actual de modificar la historia. Seamos caínes, joder.   

1 comentario:

  1. Compendio web sobre la #spanishrevolution, los Indignados y "democracia real ya". La Cuarta Guerra Servil. Ver:
    [Web Book on the #spanishrevolution, the "indignados" and "democracia real ya". Servile War IV. View:]

    http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm

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