Desde hace ya unos cuantos años ha quedado demostrado
científicamente, salvo para esa corriente de beatos que se denominan
“creacionistas”, que el origen del mundo no tuvo nada que ver con la versión
fabuladora que nos ofrece la Biblia. Ésta no es más que una interpretación
religiosa posterior del aquél hecho. Aún con todos los respetos para esta versión
de la creación del mundo y para las versiones de todas las demás religiones,
sería absurdo creer a rajatabla en que los hechos así narrados lo fueron en
realidad.
Caín, ángel o demonio, según se mire, me ha originado siempre
la duda de que estaría pensando en realidad cuando en un acto, ciertamente
execrable, mató a su hermano Abel. Evidentemente no vamos aquí a justificar el
asesinato como marco de solución de conflictos, pero si reflexionar, errados o
no, quien sabe, en este hecho.
Siempre se ha descrito a Abel como el hermano bueno, seguidor
de las normas impuestas desde las alturas y algo sumiso y a Caín como el
hermano rebelde con el poder e insumiso con el mismo. Curiosamente estos
adjetivos le terminan dando una imagen de hermano malo. Con todo lo dicho, ¿no
deberíamos interpretar el triangulo entre Dios, Caín y Abel como una
manipulación del hecho de que Caín, crítico con el poder, manifiesta su
oposición a un camino no elegido por él?. Ante este hecho, la Iglesia lo hace
un criminal confeso, indicándonos con esta sutil metáfora, que para alcanzar la
gloria eterna primero hay que acatar de manera servil el poder terrenal
establecido. Vuelvo a insistir en el hecho de que la Biblia se escribió en
tiempo histórico.
En realidad viene todo esto a cuento del movimiento del 15-M,
o como se le ha dado en llamar: los indignados. El poder establecido: religioso,
político, económico y algún sector del periodístico, ha intentado desde que se
originó dicho movimiento en verter ante la opinión pública calificativos
capciosos y falsos sobre el verdadero alcance del mismo.
Se ha tratado de intoxicar a la opinión pública manifestando
que los indignados intentaban socavar el edificio democrático, cuando solamente
se pedían cambios para que la inmensa mayoría no tuviera que pagar las decisiones
erróneas de unos políticos, cuyo único objetivo es permanecer en el poder o en
sus inmediaciones. Para que las crisis económicas, si las tenemos que pagar
entre todos, las paguemos proporcionalmente y no solamente los trabajadores.
Para que la rex pública se mueva por principios éticos y no sobre acciones que
ignoran a los ciudadanos, pero que éstos sufren sus consecuencias. Para que los
culpables de la marcha general de este país sean condenados, aunque solamente
sea moralmente, y apartados de cualquier ejercicio de dirección.
Estableciendo una similitud con lo relatado en el inicio, se
trata a los integrantes del movimiento como caínes. Y en verdad lo son.
Rebeldes e insumisos ante la mentira del poder y que exigen elegir el camino
que debe llevar una sociedad libre y sana de la que se expulse a los que vienen
a servirse de ella o a los que simplemente se instalan en el poder para vivir
sin justificar trabajo alguno. No son sumisos que siguen las órdenes de sus
partidos. Estos simplemente repiten clichés y formas de gobernar aprendidas de
sus maestros. Estos son los abeles de turno. Con ellos está contento el poder.
Son como plastilina y los moldean a su imagen y semejanza.
Aunque también están los que no son ni Caín ni Abel, pero se
acercan a estos últimos. Ven pasar la vida ante sus ojos sin querer tomar una
decisión. Como cuando ven pasar las protestas delante de ellos mientras están
tomándose una copa en una terraza y sonríen ante las peticiones de la gente
solidaria.
Se necesitan más caínes. Todos deberíamos ser un poco caínes
y tener conciencia crítica ante el poder establecido. Ante cualquier poder. No
limitarnos a votar cada cuatro años, dejando toda la responsabilidad en otros y
luego no pidiendo explicaciones ante decisiones que dañan nuestra forma de
vida. Algunas veces irremediablemente.
Todo para que la verdadera historia la escriba la gente común
y no que el poder, como en la versión religiosa, nos escriba una fábula con la
que tenernos entretenidos y justificar su modelo. No debemos permitir que nos
excluyan por pedirles responsabilidades, sino excluirlos a ellos por tenerlas,
y graves.
Para que podáis decidiros, solamente un ejemplo: el día 25 de
junio, en el periódico la Opinión de Zamora se publicó la noticia de que
Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, había declarado un
patrimonio de 4.000 € en ahorros, un plan de pensiones de 8.239 €, un coche de
1.995 y la mitad de una casa de 111.442 €. Todo esto en un señor que cobra más
de 70.000 € al año por su cargo. Solamente pueden ser dos cosas: que despilfarre
el dinero, con lo cual queda demostrado porque la Comunidad que gobierna es de
las más endeudadas de España. O que lo haya opacado en cuentas secretas, con lo
cual no me extraña porque está imputado en diversas tramas oscuras (Gürtell).
Por otra parte os dejo unas fotos de la actividad cotidiana
de los parlamentarios europeos. Esos que, ante la gravedad de la crisis, se
negaron a viajar en clase económica hasta Estrasburgo y siguen viajando en
bussiness.
No dejemos pasar la oportunidad actual de modificar la
historia. Seamos caínes, joder.
Compendio web sobre la #spanishrevolution, los Indignados y "democracia real ya". La Cuarta Guerra Servil. Ver:
ResponderEliminar[Web Book on the #spanishrevolution, the "indignados" and "democracia real ya". Servile War IV. View:]
http://aims.selfip.org/spanish_revolution.htm