jueves, 4 de noviembre de 2010

LA PENA DE SER TIMADO EN GRANADA

Como ya os comenté en la entrada de bienvenida, este fin de semana he estado en Granada. Fuimos unos cuantos compañeros del grupo de baile "Bajo Duero", celebrando de algún modo el final de la temporada. A las 6 h. 30 m. del sábado, Lolo, Montse, Sara, Rodrigo, Elisa y yo, salimos de Zamora con el ánimo bien alto aunque con un poco de sueño. En Granada nos encontrariamos con Manuel, que está dando clases en la ciudad de Murcia. Tengo que deciros que aunque el número no sea alto, es una digna representación de zamoranos dispuestos a catar la noche, los vinos, la comida, el arte o lo que haga falta. Risas no faltan. Después de alguna parada para reponer fuerzas o de esas que es mejor no comentar, llegamos sobre la una de la tarde. Granada nos recibió con un cielo gris ceniza. Rápidamente dejamos las cosas en el hotel y salimos a comer (menú para guiris), del que mejor  no hablar. Ya por la tarde, pateamos El Albaycin (una maravilla) y después de un buen descanso salimos a cener y de fiesta. Como no sabiamos muy bien donde ir, nos dejamos llevar y acertamos. Buenos bares y buena cerveza. El ambiente hasta arriba y en él nos integramos muy correctamente. Ya en el hotel seguimos la fiesta y la verdad nos bebimos el mueble bar. Pero al día siguiente vino la tonteria. Compramos entradas para ver La Alhambra (no todo va a ser diversión) y en un acto de buena fe se las compramos también a unas personas que estaban en la cola. Cuando por la tarde estabamos esperando para entrar se formó el follón. Nos acusaba el "cretino" de que las entradas que le habíamos dado eran de niño a cero euros y que le dieramos unas de las normales que el había pagado. Las entradas de cero euros no sirven para entrar a ver los Palacios. Aquí viene el truco. La entrada que le habíamos comprado a trece euros, y por tanto correcta, la venden en la reventa por un precio superior, siempre hay gente para eso. Como saben a que hora vas a entrar, te esperan en la fila y te forman un alboroto de mucho cuidado. Aunque discutas con ellos el follón va a más y como nosotros tenemos más que perder pues vas y le das una entrada de las tuyas para perderlos de vista. Esta entrada la vuelven a vender y así ganan dos veces. Delincuencia en estado puro. Pasamos unas cuantas horas desanimados. Parece que llevamos en el adn la picaresca del siglo de oro. Aunque las cosas como son, y si duele mejor, en algunos sitios más que en otros. Es este un pais de Lazarillos y Buscones al que damos carta de naturaleza por nuestra simpatía por los pícaros. Pero si es grave que ocurra en cualquier sitio, peor es en Granada. La ciudad de la dinastía nazarí, una de las cortes más bellas de todos los reinos andalusís, no merece que se trapichee con la joya de su corona.  Hace poco tiempo que se solicitó que La Alhambra fuera unas de la nuevas siete maravillas del mundo. ¿Así lo van a conseguír?. ¡Que moto le van a vender al mundo!. ¿Entran en el paquete los delincuentes que campan a sus anchas por el monumento?. Con que impresión se irán los visitantes a los que les haya pasado lo mismo que a nosotros. Y si son extranjeros, encima pensarán que en España somos todos iguales. La policia ni estaba ni apareció. Es curioso como cuidan a los turistas que les dan en un alto porcentaje de comer. Porque no veais el dineral que sale de La Alhambra.  Después de ésto, nosotros solamente pensabamos en poner un pertardo en Despeñaperrros y que como en la novela de José Saramago, La Balsa de Piedra, esa porción de tierra se fuera a la deriva. En fin, como veréis el cabreo es grande y ya sé que generalizar es injusto. Por eso os diré que nos vinimos arriba, que no dejamos que nos jodieran el fin de semana y esa noche, la segunda, volvimos a salir y hacer unas risas en los bares (muy buena la calle Elvira). Esperemos que se nos quite el mar sabor de boca y no relacionemos a Granada con lo que nos pasó y que la próxima vez que volvamos, que amenazamos con volver, todo discurra con normalidad. La de una ciudad del siglo XXI. Volvimos a Zamora, dejando a Manuel camino de Murcia, a Rodrigo camino de Segovia y a Elisa camino de Valladolid, pensando en otro viaje para curar las heridas. Si Lolo me pasa algunas fotos del viaje os las pondré en el blog. Hay algunas muy cachondas. Pues nada me despido aquí. Un saludo.       

1 comentario:

  1. Muy bien "Marqués", buen diario de viajes. Los comentarios muy acertados. Por las fotos no te preocupes, enseguidita las tienes a tu disposición.
    Animo para seguir escribiendo, siempre encontrarás algún noctámbulo que lo leera.
    lolo.

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