Hace ya bastante
tiempo que la lectura del periódico de turno se inicia, invariablemente, por la
contraportada. Luego, de atrás hacia adelante, intento llegar hasta el final,
el principio en el original, aunque la mayoría de las veces no lo consiga. Creo
recordar que todo comenzó con el cansancio que me provocaba la lectura del
periódico local La Opinión de Zamora cuando, indefectiblemente, sus primeras
páginas iban, algunas veces sutilmente y otras abiertamente, a socavar las
iniciativas de la oposición de izquierdas en el Ayuntamiento de Zamora y obviar
la podedumbre en la que se movía la derecha en el gobierno municipal. Tantos
años siendo la hoja parroquial del conservadurismo más rancio, sus páginas de
opinión lo delatan, hizo que se instalara en mí esta peculiar forma de lectura
diaria.
En este momento, en el que hace ya
casi cuatro años que las tornas cambiaron y la izquierda accedió a la dirección
del ayuntamiento, la cosa no ha mejorado y lo sigo leyendo de atrás hacia
adelante ante la guerra sucia desatada por dicho periódico contra la izquierda tras
la pérdida del poder municipal por parte del Partido Popular. Manipulación,
sesgo informativo, medias verdades, etc, hacen que las primeras páginas
solamente sirvan para limpiarse el culo con ellas. Pero aquello, que parecía
más bien una cuestión periodística local, se extendió, como ya he dicho, de
forma osmótica hacia cualquier tipo de periódico, ya sea de información general
o deportiva. Me cansa la relativa y parcial visión que tienen los informadores
de las cuestiones políticas de tempo diario presentándose más bien como
transmisores de editoriales partidistas que de asépticas presentaciones de
hechos. Como en todo, claro está, existen excepciones, curiosamente las que
tienen más problemas para subsistir.
Ahora, se ha convertido casi en una
necesidad comenzar el periódico así. De hecho, las páginas de información
económica son mis favoritas. Me interesan y me divierten las cuitas de las
grandes empresas del Ibex o de cualquier otra en su devenir nacional o internacional.
Juntas de accionistas tensas, contratos denunciados, dividendos, ventas,
apalancamientos, inversiones, balances, etc, se suceden como de un culebrón se
tratase. Hay empresas que podrían generar una serie diaria con contenido
variado dada su inclinación a salir en titulares. Ya digo, son como de la
familia y su devenir es mi devenir diario aunque tengo que reconocer que cuando
hay problemas es cuando se pone más interesante y, entonces, adquiere toda su
dimensión novelesca la información económica remedando aquella telenovela de
audiencia inmensa como fue Los ricos también lloran.
De esta forma he llegado a no pasar de las páginas
intermedias dada la densidad de entretenimiento que me proporciona esta peculiaridad.
Cada día un capítulo nuevo, una nueva cuita, una nueva problemática económico-emocional.
La primeras páginas, pues eso, para los intensos, para los urgentes, para los
acelerados, para aquellos que necesitan su ración de munición diaria para
disparar en el bar.
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